Depresión

Depresion en chicos
La Depresión Infantil: Síntomas y Tratamiento 
Héctor Pauchard Hafemann 
Los niños y los adolescentes pueden sufrir de depresión al igual que los adultos. Se habla en estos casos de depresión infantil. Esta alteración se presenta de muchas formas con grados y duración variados.

Se define como una enfermedad cuando la condición depresiva persiste e interfiere con las capacidades y acción de la persona. Normalmente todo ser humano hace depresión en situaciones de maltrato específicas. Lo que es muy importante de considerar tanto para su tratamiento como para su prevención.

Aquí nos referiremos específicamente a las depresiones en los niños y adolescentes. Estudios hechos en EE. UU. indican que alrededor del 5 por ciento de los niños y adolescentes de la población general padece de depresión en algún momento.

Evidentemente, habrá que prestar atención cuando la sintomatología depresiva persiste e interfiere con su desenvolvimiento normal.

Los niños que viven con mucha tensión, que han experimentado una pérdida importante o que tienen desórdenes de la atención, del aprendizaje o de la conducta corren mayor riesgo de sufrir depresión. Dos son los factores de riesgo más destacados en esta patología.

En primer término está el que ella tiende a presentarse en determinadas familias. Y en segundo término, la existencia de situaciones de maltrato, que fundamentalmente afectan la seguridad por respaldo social.

Caracterizan a la depresión los siguientes síntomas: 
- Tristeza persistente, lloriqueo y llanto excesivo

- Pensamientos o expresiones suicidas o actuaciones autodestructivas.

- Desesperanza

- Aburrimiento persistente y falta de energía.

- Pérdida de interés en sus actividades favoritas; o incapacidad para disfrutar de ellas.

- Alteración notoria en los patrones de comer y de dormir

- Quejas frecuentes de enfermedades físicas, p. ej. dolor de cabeza o de estómago

- Concentración deficiente.

- Deterioro en los estudios y ausencias frecuentes de la escuela.

- Aislamiento social, comunicación pobre.

- Problemas para relacionarse acrecentados.

- Hablar de o tratar de escaparse de la casa.

- Ataques de rabia u hostilidad persistente.

- Baja exo-estima y sentimientos de culpabilidad

- Alta sensibilidad al fracaso y al rechazo.

Es así como niños y adolescentes deprimidos pueden mostrar cambios en su modo de ser habitual. Aquel que era muy sociable pasa a estar solo la mayor parte del tiempo. O pierde interés por todo. Y las cosas de que gustaba dejan de agradarlo.

Igualmente, en ocasiones los niños y adolescentes deprimidos se refieren a que quisieran estar muertos o pueden hablar del suicidio. También, tratando de sentirse mejor pueden recurrir al alcohol u otras drogas.

Por otra parte y paradojalmente, sucede con cierta frecuencia que se portan mal en la casa y en la escuela sin que nadie se dé cuenta de que están sufriendo de depresión porque eventualmente no parecen estar tristes.

Entonces, para los padres y los maestros se trata simplemente de mala conducta. Aunque, algunas veces ellos admiten que están tristes o que son infelices (evidentemente en confidencias con quienes tienen confianza).

Es entonces, importante el que los padres y los adultos relacionados con el niño conozcan esta sintomatología, lo que indudablemente da la posibilidad de una intervención precoz, con todas las ventajas que ésta conlleva.

¿QUE HACER? 
En primer término es necesario precisar que este es una trastorno susceptible de ser tratado con éxito. Además de que, si se tiene algún conocimiento de su dinámica, es posible incluso que personas sin estudios especializados intervengan con probabilidades ciertas de lograr una evolución positiva.

Los padres o adultos a cargo de los niños afectados pueden intentar distintas acciones que indicaremos más adelante, las que dan posibilidades de modificar esta problemática en forma satisfactoria.

De no lograrse éxito en su aplicación en un tiempo prudencial es necesario consultar a un especialista, debido a los riesgos que conlleva el que este cuadro se prolongue.

Para un adecuada intervención de los adultos, queremos dejar en claro que no nos parece conveniente el que estos accionen guiándose con algunas indicaciones simples (tipo recetas).

Por el contrario, para ese objetivo, consideramos indispensable una comprensión básica de la dinámica de estos trastornos. Esta compenetración da garantías para una intervención apropiada.

En efecto, la depresión es una variedad del síndrome de emergencia (emergencia con desánimo) que se configura de acuerdo a las características orgánicas de la persona. En ésta el individuo siente (representa) una carencia de recursos y la imposibilidad personal de defenderse o suprimir situaciones de maltrato.

Que en el caso específico de la depresión se trata por lo común del maltrato por falta de seguridad por respaldo social. En efecto, es bien sabido que los quiebres sentimentales la provocan. Igualmente, los duelos. Asimismo los viajes y separación de los seres queridos.

El ostracismo (expulsión del grupo) es otra situación frecuente. En muchas depresiones también constatamos a menudo la pérdida del valor social personal o exoestima (ver en Reglas de Salud Mental: Síndrome de emergencia y Seguridad en si mismo)

Un alto riesgo de sufrir depresión se encuentra en los niños que han experimentado una pérdida importante, tanto de seres queridos como de cosas o situaciones esenciales para ellos. O que presentan desórdenes de la atención, del aprendizaje o de la conducta. O, sometidos a otras problemáticas o situaciones de maltrato graves.

Es igualmente necesario tener en cuenta que constituye un factor de riesgo importante el ser miembro de familias con disposición a la depresión. Lo que tiene relación con la incidencia en este cuadro de los factores constitucionales y genéticos.

Sin embargo, en nuestra experiencia el factor de mayor influencia en estos cuadros, aparte de las pérdidas significativas mencionadas, es la pérdida de la seguridad por respaldo social o su erosión derivada de una baja exoestima.

En todo caso, el tratamiento y la prevención de las depresiones resultan esperanzadores en la medida en que los factores situacionales son por lo común de gran importancia en esta perturbación y con frecuencia susceptibles de un manejo apropiado.

En consecuencia, y dicho en forma simple, se trata de modificar las situaciones de maltrato.

Previo a las indicaciones respectivas, es necesario considerar las principales y más frecuentes situaciones de maltrato que se encuentran en la base de las depresiones infantiles:

1) Las situaciones de pérdida específicas

- de personas (duelos y separación).

- de animales

- de cosas (juguetes, computadores, etc.)

2) Pérdida directa de la seguridad por respaldo social

- en relación a personas individuales

- rechazo y expulsión de grupos

3) Deterioro de la exo-estima.

- En ambientes académicos

- En círculo de amistades

- En el seno de la familia (el niño ³malo³, peleador, flojo...).

Examinemos entonces los eventuales procedimientos para manejar estas situaciones de maltrato.

1º) Procedimientos generales:1
- De primera importancia es la acción que desarrollen las personas adultas que son importantes para el niño en consideración a que ellas son las que tienen un mayor ascendiente sobre el proceso cognitivo de éste y por consiguiente influirán en él de manera más eficiente.

- El eventual desarrollo de los recursos del niño debe ser considerado en primer término, puesto que son los propios recursos los que dan la mayor garantía en cuanto al manejo exitoso de las correspondientes situaciones de maltrato.

1. Manejo del proceso cognitivo
- No hacer de caja de resonancia es decir evitar lo que estimule determinados sentimientos (disminuir expresiones de consuelo al mínimo y preferente reemplazarlas por otras ³ayudas³ que no sean contraproducentes).

- Desviar la atención en lo posible de los hechos perturbadores (distraer al niño con juegos, paseos, reunión con amiguitos o familiares, TV, etc.).

2. Cambios en el niño como persona
- desarrollo de los recursos del niño para mejorar su exoestima (estimular el desarrollo de méritos valorados en el ambiente de que se trate, incluyendo presionarlos a hacer cosas consideradas útiles que abran la posibilidad de algún reconocimiento o, de manera espaciada, permitan felicitarlos por ello).

3. Búsqueda de alternativas 
- Abrir posibilidades de compensación o reemplazo (hacerse de un nuevo animalito, regalarle otro juguete, compensarlo con expresiones afectivas medidas /no exageradas/, etc.)

- Indagar tras nuevas alternativas de satisfacción (otros grupos, otras actividades y entretenciones, otras amistades...)

2º) Procedimientos específicos.  
1. Depresión por pérdida de personas 
- evitar la llamada caja de resonancia, es decir, no dar curso a expresiones exageradas de consuelo que tiendan a aumentar en el niño el sentimiento la gravedad de la pérdida (porque acrecentará igualmente en grado la reacción depresiva).

- mantener las expresiones de afecto, y sólo aumentarlas en un primer tiempo (a fin de evitar la caja de resonancia) y volver paulatinamente a las expresiones normales.

- facilitar posibles compensaciones (posibilidad de que el niño disponga de otros objetos de afecto).

- proporcionar distracciones (con frecuencia adecuada) a fin de ocupar la mente del niño en áreas ajenas al duelo.

2. Depresión derivada de mal comportamiento. 
En este caso el niño es repudiado porque molesta. En consecuencia, recibe críticas, reprimendas, expresiones de repudio, se le retiran afectos (³a los niños como tú no los quiere nadie!³). Todo lo cual incide directamente en la baja de su exoestima, con la consiguiente depresión.

En esta variedad el procedimiento de elección es llevar a la práctica un plan de disciplina, siguiendo los lineamientos descritos en Reglas de Salud Mental: Disciplina y bien común.

3. Sistemas binarios de interacción en negativo. 
Llevan al niño a la depresión estos sistemas cuando está allí integrado a personas que son importantes para él, cuyas posibles interacciones negativas lo afectan profundamente.

En estos casos se requiere suprimir los espirales negativos de interacción a través de la puesta en práctica de interacciones correctivas y de una adecuada disciplina, siempre que ello sea pertinente,

4. Depresión derivada de rechazos de sus pares (compañeros).
- Influir en forma de evitar las interacciones negativas del niño en el ambiente de que se trate.

- Accionar para mejorar la exoestima a través de estimular e, incluso, presionar el desarrollo de actividades que son valoradas en el medio respectivo (deportes, habilidades sociales, etc.).

- Orientarlo estimulándolo a integrarse a otros grupos en que tenga mejores posibilidades de ser acogido. Lo que puede realizarse dentro del mismo entorno (colegio, vecindario, etc.) o en otros distintos (scouts, clubes, escuelas deportivas, etc.).

En primer término es necesario precisar que este es una trastorno susceptible de ser tratado con éxito. 

Sitio Web Fuente utilizada: http://www.relaciones-humanas.net/ 


¿Qué es el autismo y cuales sus clasificaciones?
Etimológicamente, el término autismo proviene de la palabra griega eaftismos, cuyo significado es "encerrado en uno mismo". Su introducción en el campo de la psicopatología fue obra del psiquiatra suizo Eugen Bleuler, ya que en su obra Dementia Praecox or the Group of Schizophrenias (Traducción al inglés de 1950. Original en alemán de 1913) utiliza el vocablo autismo para definir uno de los síntomas patognomónicos de la esquizofrenia.

Para Bleuler en el "pensamiento autista", la realidad objetiva es substituida normalmente por alucinaciones y el paciente percibe su mundo "fantasioso" como real y la realidad como una ilusión.

El autismo es un trastorno del desarrollo que persiste a lo largo de toda la vida. Se manifiesta en los niños regularmente entre los 18 meses y 3 años de edad y da lugar a diferentes grados de alteración del lenguaje y la comunicación, de las competencias sociales y de la imaginación.

Estadísticamente hablando, se estima que el autismo afecta de dos a diez personas por cada 10.000 habitantes, siendo que por cada cuatro autistas del sexo masculino, hay una del sexo femenino. Se puede encontrar en todo el mundo y en personas de todos los niveles sociales.

Clasificación del autismo
El autismo varía grandemente en severidad. Los casos más graves se caracterizan por una completa ausencia del habla de por vida, comportamiento extremadamente repetitivo, no usual, auto dañino y agresivo.

Mientras que las formas más leves de autismo (típicamente Síndrome de Asperger o autismo de alto funcionamiento) pueden ser casi imperceptibles y suelen confundirse con timidez, falta de atención y excentricidad.

Causas del autismo
Sus causas son desconocidas a pesar de que desde hace muchos años se le reconoce como un trastorno del desarrollo. Sin embargo muchos investigadores creen que es el resultado de algún factor ambiental, que interactúa con una suceptibilidad genética.

Diagnóstico del autismo
Su diagnóstico van desde los 4 meses a los 4 años. En algunos casos, la identificación no se realiza hasta mucho tiempo después. En algunos ocasiones, este síndrome se refleja en el electroencefalograma como unos picos.

Si diagnóstico debe ser muy certero ya que puede llegar a confundirse con esquizofrenia infantil.
Síntomas del niño con autismo

Cada niño con autismo es diferente uno de otro, sin embargo se han establecido algunos comportamientos autísticos muy similares, tales como:

Lenguaje poco o nulo, o bien pierde el habla.
Ecolalia, repite lo mismo o lo que oye (frases o palabras).
Actua como si fuera sordo, pero no soporta ciertos sonidos o luces muy fuertes como por ejemplo, la licuadora o el microondas.
No mira directamente a los ojos.
Se obsesiona con los objetos sin razón alguna.
No muestra ningun interés por los juguetes y/ o no los usa adecuadamente.
Tiende a reunir objetos o los pone en línea.
Muestra total desinterés por su entorno y en las relaciones sociales con los demás.
No responde a su nombre.
No obedece ni sigue instrucciones.
Cuando quiere algo, no lo pide, toma la mano de alguien dirigiéndola a lo que desea.
Rechaza el contacto físico. No le gusta que lo toquen o carguen.
Aleteo de manos (como si intentara volar) en forma rítmica y constante.
Gira o se mece sobre sí mismo.
Se queda quieto observando un punto como si estuviera hipnotizado.
Camina de puntitas (como ballet).
Puede ser un niño hiperactivo (muy inquieto) o pasivo (demasiado quieto).
Muestra agresividad y/o puede ser en ocasiones auto agresivo (se golpea a sí mismo).
Tiene una gran obsesión por el orden y la rutina, rechaza los cambios.

Señales de que mi hijo tenga autismo 
 A veces percibimos señales en nuestros hijos, estudiantes o allegados de que algo raro pasa. A veces por falta de conocimiento, o por no pecar de alarmistas, le damos largas al asunto y no buscamos ayuda. Yo honestamente, prefiero las "falsas alarmas”, es mejor prevenir que tener que remediar.

El autismo es tratable y mientras más rápido se comiencen los tratamientos, mejores resultados se obtienen. Y con una "etiqueta" se tiene acceso a servicios. Aquí comparto con ustedes algunos consejos sobre qué hacer cuando sospechamos que alguien podría padecer de autismo.

Siempre que visite al pediatra pregúntele si el niño está al día es sus destrezas motoras y del habla. Lleve un pequeño diario de cuando dijo su primera palabra, cuando se sentó por primera vez y ese tipo de cosas.

Hay una variedad de libros guía para padres con tablas de desarrollo. Yo use "What to Expect the First Year", Second Edition by Heidi Murkoff, Sandee Hathaway, Arlene Eisnberg y "What to Expect the Toddler Years "by Arlene Eisenberg.

Ademas hay varios recursos en internet donde podemos buscar información como por ejemplo: http://www.nncc.org/Child.Dev/sp.des.emp.andar.html o http://espanol.babycenter.com/toddler/desarrollo/#axzz0cju1HwxI

Ahora, no se alarme si el niño no se sentó a los 6 meses o dijo papá primero que mamá, hay niños que alcanzan unas destrezas primero que los otros, así que recuerden que son guías, pero cuando note que existe un retraso significativo en algún área, visite a su pediatra.

Si el pediatra le dice que no hay nada de qué preocuparse busque una segunda opinión.

Algunas Señales de alerta: 
- No balbuceo antes de los 12 meses

- No apuntando o diciendo ¡adiós! Con la mano antes de 1 año

- Ninguna palabra antes de los 16 meses

- Ninguna oración espontanea de 2 palabras (para comunicación, no repetición) antes de 2 años

- Cualquier pérdida Del lenguaje adquirido o habilidades de comunicación en cualquier edad

Si su niño exhibe al menos la mitad de estos síntomas es probable que tenga autismo o algún trastorno generalizado del desarrollo:

  • Dificultad en jugar con otros niños.
  • Insistencia en la rutina, resistente al cambio
  • Risa inapropiada
  • Poco miedo a situaciones peligrosas
  • Ausencia de contacto visual
  • Juegos inapropiados sostenidos
  • Aparente poca sensibilidad al dolor
  • Ecolalia, repetición de frases y palabras
  • Preferencia a estar solos
  • Resistencia a los abrazos afectuosos
  • Girar objetos
  • Aparente sordera, no responden a la comunicación verbal
  • Apego inapropiado a objetos
Los pasos a tomar en caso de duda son los siguientes visite a su pediatra. No existe un examen que detecte el autismo, lo que se hace usualmente es una serie de evaluaciones por diferentes especialistas que usualmente son

- Audiólogo: para descartar problemas de audición

- Neurólogos: para verificar que no existan otras condiciones como epilepsia, convulsiones o problemas en el sistema nervioso

- Geneticistas: Se encarga dea ordenar diferentes pruebas incluyendo pruebas de metabolismo para detectar condiciones como frágil X u otras que pueden causar problemas en el desarrollo.

-Pediatra del Desarrollo: Es un pediatra especializado en la diagnosis de trastornos del desarrollo

- Siquiatra de niños: Se especializa en la evaluación y el tratamiento de los aspectos del comportamiento y las emociones de los infantes, niños y adolescentes

Fuentes utilizadas:
http://www.peques.com.mx/
http://www.autismspeaks.org/
http://www.viviendoenotradimension.com/