Taquilalia

Taquilalia
Fluidez
Es el proceso que permite la suavidad, el ritmo, el flujo continuo, sin pausas ni repeticiones, con las que los sonidos, palabras y frases se unen en el lenguaje oral.

Alteraciones de la fluidez.
      •  Taquilalia
      •  Bradilalia
      •  Farfulleo
      •  Tartamudez o espasmofemia

Taquilalia: Es un cuadro que afecta la velocidad del habla, por ello omiten letras  y sílabas  al hablar. La persona que escucha no comprende la totalidad del mensaje. Son personas con una personalidad característica muy acelerados.

Bradilalia: Es el cuadro opuesto al anterior, la velocidad es excesivamente lenta. También tiene directa relación con la personalidad del individuo. Lo que influye directamente en la  interacción con el otro.

Farfulleo: es una alteración de la fluidez, en la cual además de comprometerse la velocidad del habla, están afectados la secuencia y el ritmo, es decir, la persona habla rápido pero además realiza cambios de palabras y sílabas, desorganizando la frase, por ello se dice que se afecta la secuencia.

Son individuos que en general presentan bajo control de sus impulsos en cuanto a lo que van a decir, son muy sociables y extrovertidos, no se les entiende todo lo que dicen.

Tartamudez o espasmofemia: Alteración de la fluidez y de la organización temporal del habla, caracterizada por la presencia de repeticiones de sonidos o sílabas, prolongaciones de sonidos, introducen partículas como eh, oh, mm, las pausas fragmentan las palabras, bloqueos, producen las palabras con un exceso de tensión física, entre otras.

Existen muchos factores que podrían incidir en la presencia de tartamudez, es por ello que su diagnóstico y especialmente el tratamiento requiere de la participación de diversos profesionales.

Es por ello que idealmente debe consultarse a un neurólogo, psicólogo, fonoaudiólogo, además de la opinión de la profesora del menor.

Existen 3 tipos de tartamudez o espasmofemia:
Espasmofemia tónica:
  1. Habla entrecortada por bloqueos o espasmos que afectan grupos musculares relacionados con el habla.
  2. Para solucionar esos bloqueos la persona genera una gran tensión muscular, provocando un habla violenta y explosiva.
Espasmofemia clónica:
  • Se produce la repetición compulsiva de sonidos aislados o sílabas
Espasmofemia mixta o tónico-clónica:
    1. Se combinan ambos síntomas, se presentan tanto bloqueos como repeticiones rápidas de sílabas o letras. 
       

    TAQUILALIA

    Taquilalia

    La taquilalia, también llamada taquifemia; es un trastorno del habla donde el individuo habla muy deprisa y por lo general estas personas confunden las sílabas o acortan las palabras.
    Con excepción de su familia; las personas que están a su alrededor no les entienden, aunque el trastorno sea mas evidente para estos individuos con las personas que conozcan.
    Las principales causas de este trastorno son:

    1)     Por una alteración de la coordinación entre pensamiento y lenguaje.
    2)     Trastornos  sensoriales y motores.
    3)     Orígenes de carácter hereditario.

    Este trastorno suele presentarse a cualquier edad, pero es mas común entre familiares; pero también suelen presentarse en personas alcohólicas o con alguna manía. Cuando se  presenta en la niñez, su grado de evolución es cada vez con mayor rapidez.
    Como ya sabemos, para los niños el modelo a seguir son los padres, es por esto que si los padres padecen de taquilalia, es muy probable que sus hijos también la desarrollen; (Este es uno de los factores por lo que se dice ser hereditario)

    Se puede confundir con la tartamudez. Pero un niño con taquilalia, se expresa mejor fuera del círculo familiar; mientras que  sufre de tartamudez se expresan mejor en el círculo familiar.

    Si la maestra de los niños con taquilalia les presta una atención adecuada se dará cuenta de trastorno del niño rápidamente y así se por a corregir al niño a tiempo. El tratamiento mas que se recomienda son ejercicios de respiratorios y de relajación, masajes, gestos faciales,  entre otros que ayuden al infante con su fluidez.
    Este tratamiento antes mencionado depende de la gravedad del problema, si el niño esta arraigado, se corregirá en primero lugar la articulación, luego los fonemas hasta llegar a las oraciones.

    Trastornos del habla (dislalia, disfemia, taquifemia)

    Taquifemia

    A diferencia de la disfemia (tartamudez), la taquifemia presenta los síntomas de un trastorno combinado del habla y del lenguaje. La taquifemia afecta a la fluidez verbal y se caracteriza porque el habla se acelera, hay sonidos que no se articulan y el discurso es poco comprensible. De esta forma, el habla parece atropellada y la pronunciación no resulta clara.

    Al contrario que con la disfemia, el habla mejora cuando el niño se comunica con personas desconocidas o cuando se les presta atención, es decir, cuando el afectado se concentra en el proceso del habla.

    Además, la taquifemia no provoca la repetición de sonidos ni interrupciones en el flujo verbal; no obstante, en muchos casos obstaculiza el desarrollo lingüístico. El afectado puede dar muestras de una personalidad impulsiva.

    Dislalia

    Aunque algunos consideran la dislalia como un trastorno exclusivamente del habla, al igual que la taquifemia, la dislalia presenta síntomas combinados de un trastorno del habla y del lenguaje. A pesar de que se dan una capacidad lingüística y una inteligencia normales, se comenten errores evidentes durante el habla.

    Se omiten algunos fonemas, que el afectado deforma o sustituye por otros (“boro” en lugar de “gorro”, “apato” en lugar de “zapato”), asemejándose así al habla de un bebé.

    Los niños de tres años tienen problemas con los fonemas /p/, /b/ y /t/, mientras que los niños de seis años los tienen con los fonemas /r/, /s/, /f/ y /z/.
    En función del número de sonidos que se articulan o emplean incorrectamente, se pueden diferenciar varias formas de dislalia:

    • Dislalia selectiva: los síntomas se limitan a errores en uno o dos fonemas, por lo que el discurso es comprensible.
    • Dislalia múltiple: se cometen errores en varios fonemas, lo que hace que el discurso resulte menos comprensible.
    • Dislalia universal: los síntomas de este trastorno del lenguaje son muy acusados y afectan a un gran número de fonemas. El discurso es incomprensible.

    En función de los fonemas afectados, se pueden distinguir los siguientes tipos de anomalías:
    • Ceceo: pronunciación del fonema /z/ en lugar de /s/ (“caza” por “casa”).
    • Seseo: pronunciación del fonema /s/ en lugar de /z/ (“sapato” por “zapato”).
    • Rotacismo: pronunciación incorrecta del fonema /r/ (“romper” por “romper”).
       
    Definición
    Es un síntoma logopático de la taquifemia que consiste en la emisión excesivamente rápida de la palabra, que origina precipitaciones y atropellamiento en el habla. Ocurre en manías o debido al alcoholismo. También se conoce como verborrea.

    Con frecuencia son los familiares los únicos que llegan a interpretar el significado de lo que el niño quiere expresar.

    A veces esto puede apreciarse en niños con una gran rapidez de visualización, cuando lee en voz alta. Podríamos decir que la rapidez en la apreciación de sus ojos es superior a la capacidad de movimientos linguales, labiales o fónicos.

    Recordemos que la taquifemia es una alteración de la fluidez verbal, en la que el individuo habla a gran velocidad, articulando de forma desordenada y confusa, produciendo cambios en las sílabas y deformando sonidos.

    En ocasiones la taquilalia se puede confundir con la tartamudez, aunque un niño con taquilalia se expresa mejor fuera del circulo familiar, al contrario del niño tartamudo, que se expresa mejor dentro del círculo familiar.

    Origen y causa
    La taquilalia surge cuando hay una descompensación entre el influjo nervioso y la capacidad de movimiento de la boca.

    Las causas no se conocen de forma concreta y definida, puesto que existen muchos estudios que dan opiniones distintas.

    Las causas comúnmente aceptadas son las relacionadas con los factores neurológicos, los factores psicológicos y deficiencias en la raíz lingüística.


    TAQUILALIA: La taquilalia es un trastorno cuyas características consiste en hablar muy deprisa. Es una aceleración en la emisión de las palabras. Ocurre en manías o debido al alcoholismo. También se conoce como verborrea.

    El problema surge cuando hay una desproporción entre el influjo nervioso y la capacidad de movimiento de los órganos periféricos del lenguaje.

    Debido a la rapidez de la emisión, a veces las articulaciones no son más que bosquejadas. Como consecuencia, su lenguaje se hace incomprensible.

    Con frecuencia son los familiares los únicos que llegan a interpretar el significado de lo que el niño quiere expresar. A veces esto puede apreciarse en niños con una gran rapidez de visualización, cuando lee en voz alta.

    Podríamos decir que la rapidez en la apreciación de sus ojos es superior a la capacidad de movimientos linguales, labiales o fónicos.

    INTRODUCCIÓN

             A continuación presentamos un caso de taquilalia en un niño de 13 años de edad. En primer lugar, proporcionamos los datos relativos a la entrevista con los padres, niño y tutora, para pasar posteriormente a describir el proceso de evaluación e intervención en R. El niño manifiesta características tales como: habla rápida, articulación imprecisa, sustituciones y omisiones de fonemas, sílabas y palabras, ritmo defectuoso, etc.
           
      El proceso de evaluación se centra fundamentalmente en tres aspectos: determinar el grado de ansiedad rasgo y estado de R., descartar la presencia de depresión del niño y realizar una análisis cualitativo y cuantitativo de su habla ante diferentes tareas. Asimismo, la intervención se centra en cuestiones tales como: adecuar su función respiratoria, aumentar la movilidad de la zona oral, tratando con ello de conseguir una mayor agilidad motriz en los órganos implicados en los fonemas que articula defectuosamente, adecuar el tono muscular, fundamentalmente en los órganos que intervienen en la fonación, y reducir el flujo del habla del niño.
             Para disminuir el flujo del habla del niño utilizamos un procedimiento de reeducación que se estructura en tres etapas: en primer lugar, el niño debe aprender por imitación un patrón de habla más lento a partir de la lectura de textos (técnica de seguimiento), a continuación debe detectar los errores que comete a partir de textos leídos y la posterior escucha de la grabación del mismo (corrigiéndose), y por último hay que conseguir la transición del patrón de habla lento en lectura al lenguaje conversacional, logrando con ello una mayor inteligibilidad.

    ANAMNESIS

    Datos relativos a la entrevista con la madre

             R. es un niño de 13 años de edad que acude al centro a petición de la madre, la que manifiesta que su hijo habla muy deprisa y confunde las palabras.
             El niño presenta esta conducta lingüística desde que comenzó a hablar con cierta fluidez, no atribuyéndose causa alguna a dicha manifestación. La madre tampoco parece recordar modificaciones temporales en el habla de su hijo desde las etapas iniciales del desarrollo de su lenguaje hasta el momento actual, aunque en el último año parece haber aumentado la rapidez de su habla. Según ella, el niño siempre ha hablado muy deprisa.
             La madre solicita ayuda en este momento para solucionar la dificultad de su hijo por dos razones:
                    
      1) En casa aprecian un aumento en el curso de la palabra de R. durante el último año, acude a casa triste, menos comunicativo que antes y no acepta las bromas que le hacen sus padres y su hermana sobre su forma de hablar (antes cuando sustituía un fonema por otro y cambiaba contenido de lo que deseaba expresar, todos los miembros de la familia bromeaban sobre ello, incluido R.).
                     
     2) En el centro escolar le sugieren que acuda a un especialista, puesto que el habla de su hijo es cada vez más ininteligible y el niño comienza a manifestar conductas desadaptativas en el colegio (tendencia a aislarse, interacciones mínimas, reducción de la intervenciones comunicativas del niño en las actividades grupales y modificaciones en el rendimiento escolar).
             El habla del niño es entendida en casa, aunque en estos últimos meses les cuesta más comprenderle (lo atribuyen a que está más nervioso). Antes había días en los cuales R. hablaba más lentamente, en cambio ahora esto no ocurre.
             La madre opina que aunque su hijo no exterioriza su preocupación, R. está sufriendo porque cada vez es más consciente en el colegio (a través de las burlas y el rechazo de otros niños) del problema que tiene. Asimismo, nos comenta que el niño ha aceptado positivamente acudir al centro a recibir ayuda.
             La unidad familiar está compuesta por la madre de 47 años de edad, el padre de 45 años y una hija mayor de 15 años. Los datos relativos al embarazo y al parto son normales. En cuanto a la evolución del lenguaje mencionar que durante las etapas iniciales no pronunciaba la /r/, posteriormente paso a pronunciarla de forma muy marcada y a los cuatro años la corrige totalmente (dato que no coincide con la posterior evaluación). Según la madre, en la actualidad no presenta ningún defecto articulatorio y dispone de un vocabulario amplio. Durante la entrevista se nos informa de un antecedente familiar con una manifestación lingüística similar a la de R. La abuela materna, cuando era niña hablaba muy deprisa y sustituía unos fonemas por otros. 
             La evolución psicomotriz es normal. No se aprecia ningún dato relevante. R. es diestro, hábil manualmente, el modo de ejercicio de la atención es normal, su orientación temporo-espacial adecuada y el nivel de grafismo, apropiado. Según la madre, la escritura de su hijo es correcta, no comete errores de sustitución ni de omisión de sílabas y/o palabras, es inteligible y no existe desorganización en la escritura de las frases. La lectura del niño es la adecuada para su edad cronológica, el curso de la palabra no es tan rápido como en lenguaje oral y por tanto comete menos errores de sustitución y omisión.
             La madre describe a R. como un niño algo tímido pero alegre (siempre riendo), un poco inquieto, con tendencia a preocuparse en exceso por las cosas, nada perfeccionista, con facilidad para hacer amigos y al que le gusta formar parte del grupo, pero no que le dirijan.
             Nos parece significativo resaltar que durante la entrevista con la madre de R., ésta manifiesta una notable velocidad al hablar, aunque desconocemos si es el patrón habitual de interacción con el niño.

    Datos relativos a la entrevista con el niño
             Durante la primera entrevista con R. apreciamos, en lenguaje conversacional, rapidez excesiva del habla (taquilalia), omisión de sonidos y sílabas (lo que dificulta la inteligibilidad del discurso del niño), las pausas en el discurso son escasas, la articulación imprecisa de algunos sonidos consonánticos y cierta inquietud motriz. No percibimos en ningún momento desorganización en el discurso del niño, ni una producción de la voz defectuosa, aunque en ocasiones es algo nasal. Inicialmente nos da la impresión de que R. comete algún proceso de sustitución de un sonido por otro en fonemas afines. 
             R. nos comenta que tiene conciencia de su dificultad y que ha intentado controlarse para no hablar tan deprisa, sin conseguirlo. Asimismo, afirma que antes no le importaba, pero actualmente en el colegio se burlan de él. El niño nos manifiesta su deseo de cambiar de colegio.
    Evaluación del habla (análisis cuantitativo y cualitativo)
             Una vez aplicadas las dos pruebas estandarizadas, realizamos la evaluación del habla del niño a través de diferentes tareas: la lectura de un texto sencillo y conocido por el niño (texto escolar), la lectura de un texto desconocido para el niño pero accesible para su nivel lector (literatura juvenil), la lectura de un texto de mayor complejidad lectora a la exigida para un niño de la edad de R., la lectura de un texto sencillo y conocido para el niño en voz alta y en voz baja, la repetición de frases de menor a mayor complejidad emitidas previamente por el evaluador (utilizando para ello las frases de la lámina 8 del material para la exploración de la afasia de Borregón y González (2000)), la narración de una historia por parte del niño a partir de material visual (utilizando para ello la subescala de Historietas del WISC-R (Wechsler, 1995), al niño se le presentan varias tarjetas con dibujos, para que las ordene y nos cuente con ellas una historia con sentido), la definición de palabras por parte del niño (utilizando para ello la subescala de Vocabulario del WISC-R), la respuesta a preguntas que le realiza el evaluador (relacionadas con intereses y aficiones del niño tales como el baloncesto y los perros) y a través del lenguaje espontáneo del niño durante las sesiones de evaluación. Asimismo, puesto que la madre nos comenta en la entrevista que el niño no comete errores en escritura, decidimos que el niño narre por escrito algún suceso ocurrido el día anterior (escritura espontánea) y le dictamos un texto adecuado para su edad (texto escolar).     
             En la cuarta sesión de evaluación, aprovechando que la familia completa acude al centro, decidimos introducir a los miembros (padre, madre y hermana) en la sala de consulta bajo la excusa de que ayuden a su hijo en la realización de una tarea con cierto grado de complejidad (la realización de una figura del Tangram),  mientras el evaluador permanece fuera de la sala. Nuestra pretensión es conocer cómo son los intercambios comunicativos entre los miembros de la unidad familiar a través de la posterior revisión de la grabación en vídeo de dicho momento (10 minutos). 
             El registro cuantitativo y cualitativo del habla de R. se realiza sobre un muestra de 100 palabras. Nuestro objetivo general es determinar el nivel de inteligibilidad del niño en lenguaje oral, lectura y escritura. La sesiones se registran en vídeo para un posterior análisis más completo y preciso del patrón de habla del niño. El estudio de la grabación nos permite establecer la línea base a partir de la cual podemos ir constatando los avances de R. una vez puesta en marcha la intervención.
             Los resultados del análisis cuantitativo y cualitativo del habla de R. indican que el niño presenta una elevada velocidad lectora, siendo mayor la velocidad cuando el texto es conocido para él. El niño comete mayores errores cuando el texto es sencillo, conocido y realiza la lectura en voz alta. El porcentaje de errores es del 9%, que corresponde con la omisión de fonemas y sílabas (por ej., [pe.o] por pero; [despedi..a] por despediría; [tuv.ese] por tuviese), y con la sustitución de fonemas (por ej., la sustitución de la /s/ por un sonido parecido a la /f/: [Guftavo] por Gustavo; [filla] por silla). En tareas de lectura también detectamos las siguientes manifestaciones: el niño omite varias de las pausas que debe realizar para una adecuada lectura de los textos que se le presentan, escasa movilidad de la zona oral (lo que dificulta la correcta pronunciación de la /l/ y la /s/), rotacismo velar (por ej., carreta y jardín), tono de voz elevado en la mayoría de las ocasiones (cuando le pedimos que realice una lectura en voz baja presenta notables dificultades), ritmo irregular y defectuosa coordinación respiratoria (respiración superficial).
             En escritura espontánea el porcentaje de errores es del 6% (omisiones de sílabas y palabras: por ej., [el domingo estuve en casa de .. amigo Luis jugando con la videoconsola] omite mi), no existiendo desorganización en la misma, y en la tarea de dictado los errores son aún inferiores (por ej., [creerán que me ..capé] por creerán que me escapé).
             En la expresión oral del niño es donde se detectan mayores dificultades, fundamentalmente en las tareas de narración, definición y lenguaje espontáneo, donde el porcentaje de errores se sitúa entre el 13-15% (omisiones de fonemas, sílabas  y conjunciones (omisión de la o y de la y; [..e] por que), y sustituciones en menor medida). De nuevo apreciamos un tono de voz elevado, escasa movilidad al hablar que dificulta la inteligibilidad, rotacismo velar (con las vocales /a/ y /e/, y después de consonante: por ej., alrededor y carretera), distorsión de la /l/ (antes de un sonido consonántico y en sinfón: por ej., imposible y soltarse), imprecisión articulatoria de la /s/ (nasalizándola o convirtiéndola en /f/, fundamentalmente en posición inicial: por ej., sueño)

    ¿Qué es Afasia?
    La afasia es un desorden del lenguaje producido por daños en un área específica del cerebro que controla la comprensión y expresión del lenguaje, y deja a una persona incapacitada para comunicarse efectivamente con los demás.

    La afasia se presenta si el daño se produce en el lado (hemisferio) izquierdo del cerebro.

    La afasia ocurre repentinamente, a menudo como el resultado de un accidente cerebrovascular o traumatismo encéfalocraneano, pero también se puede desarrollar lentamente, como en el caso de un tumor cerebral.

    El trastorno deteriora la expresión y comprensión del idioma, así también como de la lectura y escritura.

    La afasia podría presentarse en conjunto con otros trastornos de habla, como la disartria o la apraxia del habla, que también son resultados de daño cerebral.

    Suele clasificarse en afasia de expresión o afasia receptiva o de comprensión.

    El término afasia fue acuñado en 1864 por el médico francés Armand Trousseau. Significa falta de comunicación por el lenguaje y proviene de a —falta— y phasia —palabra—.

    Se trata, según la definición de Trousseau, de un estado patológico que consiste en la pérdida completa o incompleta de la facultad de la palabra, con conservación de la inteligencia y de la integridad de los órganos de la fonación.

    Podríamos simplificar la diversidad de definiciones de afasia describiéndola como una afección que degrada la capacidad de lenguaje a causa de lesiones en las áreas corticales del lenguaje o en las rutas de asociación cerebrales.

    La afasia expresiva afecta al lenguaje hablado, mientras que la afasia receptiva afecta a la interpretación y memoria del lenguaje.

    ¿Cómo se produce la Afasia? 
    Como ya lo mencionamos, las afasias son producidas, generalmente, por accidentes cerebrovasculares —los que en la actualidad constituyen el 75 por ciento de los casos— dando origen, por embolias o trombosis, a lesiones circunscritas.

    También son causales de afasia los tumores cerebrales y los traumatismos craneales —los que pueden clasificarse en fracturas abiertas o contusiones cerebrales más o menos difusas—, así como pueden existir causas degenerativas demenciales —como Alzheimer, Pick, u otros— o infecciones, como la meningoencefalitis.

    La aparición de la afasia es, por lo general, brusca y es la consecuencia de un accidente cerebrovascular o de un traumatismo craneano.

    Según su severidad, se le determina una graduación que va de cero a cinco, donde cero corresponde a un estado grave —en donde el afásico (el que padece la afasia) no puede hablar ni comprender lo que se le dice—, y cinco, a un estado en que el paciente tiene mínimos deterioros observables en el habla, pudiendo presentar dificultades subjetivas no evidentes para el interlocutor.
       
      Sitio Web - Fuente:
      http://www.fonoaudiologa.cl/ 
      http://rincondeanalisis.blogspot.com.ar/ 
      http://www.onmeda.es/  
    http://www.buenastareas.com/ 
    http://sitiosalud.com/
    http://www.eweb.unex.es/
    http://www.lanacion.com.ar/  
    http://www.bipolarweb.com/