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Trastorno bipolar |
¿Qué
es el trastorno bipolar?
El
trastorno bipolar o psicosis maníacodepresiva es una enfermedad
mental caracterizada por una alteración del estado de ánimo que se
presenta en forma de ataques o episodios de enfermedad que pueden
ser de manía, caracterizada por una elevación patológica del
humor e hiperactividad; de depresión, con tristeza o melancolía
patológicas y, ocasionalmente, en forma de episodio mixto,
consistentes en una mezcla de síntomas maníacos y depresivos.
Un
aspecto muy importante a tener en cuenta en este trastorno es que
tanto los episodios como el propio curso de la enfermedad son
farmacológicamente modificables, pudiéndose lograr en muchos casos
un control completo de la enfermedad.
¿A
que edad se presenta y con que frecuencia?
Es
una enfermedad bastante común, estimándose que la prevalencia-vida,
incluyendo los dos tipos principales (tipos I y II) es, según la
National Comorbidity Survey, del 1,6 , lo que implicaría,
trasladando estas cifras a nuestro país, que unos 600.000 españoles
van a sufrir la enfermedad en algún momento de su vida.
La
prevalencia-mes, según el Proyecto ECA (Epidemiologic Catchment
Area) del Instituto de la Salud Mental Nacional americano (NIMH), es
de 0,4 , lo que se traduciría en 160.000 los españoles afectados
en un determinado momento.
Pero si se incluyesen las formas
atenuadas de la enfermedad había que considerar unas cifras
superiores (3,5 ). La mayoría de las encuestas encuentran una
afectación similar en ambos sexos.
Su comienzo se sitúa
frecuentemente en el inicio de la adolescencia o en los primeros años
de la edad adulta pero puede aparecer también en la infancia. Es
rara su aparición por encima de los 50 años (antes de los 50 años
han aparecido el 90 de los casos). La manía que aparece por primera
vez en la vejez suele tener un origen orgánico.
¿Como
evoluciona?
Una
vez que la enfermedad aparece existe el riesgo, ya para toda la
vida, de tener recaídas. El número medio de episodios durante los
10 primeros años de la enfermedad es de 4 y se ha descrito un
acortamiento de los ciclos de la enfermedad en el curso de su
evolución.
Un grupo de pacientes, entre el 15-20 de los atendidos
en clínicas especializadas de trastornos afectivos, sufren un curso
maligno de la enfermedad de al menos cuatro episodios anuales.
Este
curso llamado de “ciclos rápidos” es sinónimo de mala
respuesta terapéutica y de cronicidad.
La
duración de los episodios es muy variable, de días a meses o
incluso años. Los maníacos son más cortos que los depresivos.
Sin
tratar, los primeros suele durar unos pocos meses pero los
depresivos pueden superar los seis meses. La recuperación suele ser
completa, pero en algunas ocasiones los pacientes continúan
manifestando sintomatología afectiva de modo persistente
agotamiento físico.
No suelen darse cuenta de que están enfermos,
se sienten mejor que nunca, no aceptan el tratamiento y no entienden
porqué los demás tiene otra opinión sobre su conducta, lo que les
coloca en situaciones sociales y familiares difíciles. En casos
severos puede haber síntomas psicóticos (alucinaciones y
delirios).
Episodio
depresivo:
Se
puede considerar la depresión como el estado opuesto a la manía y
viene caracterizada por ánimo triste, pérdida de confianza en sí
mismo y enlentecimiento mental (bradipsiquia)
Los pacientes tienen
la sensación dolorosa de ser incapaces de sentir que sus emociones
se han secado y aunque quisieran no pueden llorar. Abatidos por
sentimientos de culpa y autoreproches pueden llegar a suicidarse.
Carentes de energía, los problemas se hacen insuperables y tienen
dificultades en tomar cualquier decisión. El pensamiento esta
retardado y la memoria afectada. Se sienten cansados y pesados.
Algunos pacientes sufren una intensa ansiedad y se muestran
inquietos o agitados.
Frecuentemente presentan insomnio en
cualquiera de sus fases, aunque en algunas ocasiones existe
hipersomnia. Existen variaciones del humor a lo largo del día y su
deseo de permanecer en la cama suele ser intenso durante la mañana.
Hipomanía:
Es
una forma de manía leve con síntomas similares aunque menos graves
y con menor impacto en la vida del paciente.
Estado
mixto:
Se
presentan síntomas de depresión y de manía al mismo tiempo. El
paciente puede sentirse triste y sin energía, pero al mismo tiempo
sentirse melancólico.
¿Cuantos
tipos de trastorno bipolar se reconocen?
Según
el sistema clasificatorio más ampliamente extendido, el DSM-IV,
distinguen los siguientes tipos:
Trastorno
bipolar I:
El
paciente sufre episodios maníacos o mixtos y generalmente, además,
depresiones. Con haber sufrido un único episodio maníaco el
paciente debe ser clasificado dentro de este grupo. Los episodios
suelen ser graves y con frecuencia presentan síntomas psicóticos
(alucinaciones o delirios) que plantean problemas diagnóstico-diferenciales
con la esquizofrenia.
Trastorno
bipolar II:
El
paciente sufre exclusivamente episodios hipomaníacos y depresivos
(no mixtos ni maníacos completos). Los episodios hipomaníacos son
difíciles de reconocer y pasan, con frecuencia, desapercibidos.
En
estos casos, el paciente busca tratamiento solo en las fases
depresivas de la enfermedad por lo que es tratado exclusivamente con
antidepresivos y no con estabilizadores del estado de ánimo como
sería lo adecuado con el resultado de un agravamiento del curso de
la enfermedad.
Ciclotimia:
El
paciente ciclotímico sufre períodos de síntomas hipomaníacos y
depresivos sin la suficiente gravedad para poder etiquetarlos de
episodios hipomaníaco o depresivo.
Tiene un carácter crónico y cíclico
y el riesgo de asociarse a deterioro funcional, comorbilidad
(asociación con otras enfermedades psiquiátricas) y abuso de
drogas que suelen ser el motivo que lleva a los pacientes a
solicitar atención psiquiátrica.
Trastorno
bipolar no especificado:
Es
una categoría donde se incluyen pacientes que parecen tener un
trastorno bipolar pero no reúne los criterios de trastorno bipolar
I, II: ciclotimia.
Aquí se incluirían las denominadas “formas
atenuadas” de la enfermedad o lo que se ha denominado como
“trastorno del espectro bipolar” caracterizado por depresiones
severas con algunas características que lo harían incluir entre
los bipolares: pacientes con antecedentes familiares de trastorno
bipolar, con historia personal de manía o hipomanía producida por
los tratamientos, con episodios muy recurrentes, con temperamento
hipertímico, características depresivas atípica.
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