La
esquizofrenia es una enfermedad mental de tipo crónica, que se
caracteriza por presentar una alteración en la percepción del mundo
real, afectando los pensamientos, las emociones y la conducta.
El
término proviene del griego schizo: división y phrenos: mente. Por este
origen etimológico, es que en la cultura popular se le suele asociar a
los trastornos disociativos de la personalidad, pero esto es un error, y
la esquizofrenia en realidad se refiere a un grupo de trastornos, con
diversas posibilidades sintomatológicas. Las distorsiones de la
realidad, producto de la esquizofrenia, pueden afectar los cinco
sentidos del individuo que la padece.
Normalmente, se
presenta con alucinaciones, paranoia, dificultades de expresión y de
pensamiento, que afectan grandemente la vida social y las ocupaciones de
las personas. Esta enfermedad afecta principalmente a los adultos
jóvenes y, en la actualidad, casi un 1% de la población la manifiesta.
Normalmente,
la esquizofrenia se nota en una persona, cuando ésta manifiesta
alucinaciones, delirios, pensamientos desordenados o extraños y también
comentarios inusuales.
Es muy común que una persona
comience a manifestar delirio de persecución, ya que piensa que en todo
momento lo observan y lo siguen. Además, pueden ver cosas diferentes,
crear personajes y situaciones que no son reales; incluso pueden pensar
que son otra persona, generalmente famosa.
Otro
problema manifestado por personas con esquizofrenia es el aislamiento
social que puede ser provocado por varios factores. También tienen una
tendencia a la desmotivación y a la apatía. Es un error creer que son
personas violentas o capaces de matar. La mayoría de ellos no presentan
ese comportamiento.
Es importante saber que ninguno de
los signos mencionados es un diagnóstico de la enfermedad y cualquiera
de ellos puede ocurrir debido a otras condiciones médicas. Los síntomas
mencionados deben estar presentes por un mes en la persona y persistir
durante 6 meses.
Se debe observar también si hay
alteración del sueño, balanceos, desinterés en actividades que antes
eran placenteras, desorientación, movimientos y posturas raras, también
catatonia, cuando la persona no habla durante mucho tiempo o se queda
inmóvil y a veces en posiciones extrañas; también se agitan sin razón.
La catatonia ocurre en pocos casos.
Los síntomas de la
esquizofrenia se pueden describir como positivos y negativos. Los
positivos se refieren a los síntomas que la mayoría de las personas no
experimentan normalmente, como delirios, alucinaciones y desórdenes del
pensamiento. Se consideran manifestaciones típicas de la psicosis.
Los
síntomas negativos son los que incluyen la pérdida de habilidades o
rasgos normales, como la dificultad de expresar emociones o afectos, la
pobreza de lenguaje, la dificultad de sentir placer, la pérdida del
deseo de relacionarse, la desmotivación, etc. Las personas que poseen
síntomas negativos son más susceptibles a tener baja calidad de vida,
problemas funcionales y otras dificultades.
Se
considera que existen cinco tipos de esquizofrenia: la esquizofrenia
paranoide, en la que existen principalmente delirios y alucinaciones,
especialmente auditivas.
En este caso, no se presentan
irregularidades en el pensamiento y en el comportamiento y tampoco hay
dificultades de relacionarse con otros. Es el tipo de esquizofrenia de
mejor evolución.
Normalmente se manifiesta entre los 20
y los 30 años. La esquizofrenia desorganizada, que presenta desórdenes
del pensamiento y de la comunicación, además de problemas afectivos. Es
más común que se manifieste en la juventud y su evolución no es tan
buena, debido en parte a que los que la presentan son muy inmaduros.
La
esquizofrenia catatónica, en la que las personas quedan inmóviles o
presentan movimientos agitados sin razón. Puede llegar a ser peligrosa
cuando la persona no se alimenta. Aún cuando no lo demuestran, estas
personas piensan y sienten, pero no reaccionan ante esos impulsos.
No
deberían suceder si existe la preocupación y el tratamiento adecuado.
La esquizofrenia indiferenciada, que presenta síntomas sicóticos que no
son concretos como para considerarla dentro de los otros tipos.
Finalmente, la esquizofrenia residual, que presenta síntomas positivos
en menor intensidad.
Es posible encontrar otros dos
tipos de esquizofrenia: la esquizofrenia simple, que no manifiesta
problemas síquicos pero si un desarrollo progresivo de síntomas
negativos. La depresión post esquizofrénica, que presenta un episodio de
depresión que se presenta después de un trastorno de esquizofrenia.
Permanecen algunos síntomas leves.
En cuanto a las
causas de esta enfermedad se encuentran factores como la genética,
factores prenatales, sociales y también el uso de drogas. Se piensa que
la enfermedad no es causa de un solo factor, sino más bien a la
combinación de varios de ellos, como la herencia mezclada con factores
del entorno.
En cuanto a la genética, se han realizado
investigaciones que sugieren que las personas que tienen parientes
cercanos con esquizofrenia, tienen mayor probabilidad de tener la
enfermedad.
Sin embargo, es más probable que se
desarrolle cuando otros factores se presentan en conjunto. Se han
realizado estudios que muestran que hay factores prenatales que pueden
más tarde ser causa de esquizofrenia.
Se encontró
que la mayoría de las personas con la enfermedad habrían nacido en
invierno o en primavera, especialmente en el hemisferio norte del
planeta.
Además se consideran los factores sociales, como la mayor
probabilidad de tener la enfermedad al vivir en un medio urbano. Otros
factores son la pobreza, la discriminación, la disfunción familiar, el
desempleo, las malas condiciones de vida, los abusos y traumatismos en
la infancia, entre otros.
En cuanto al consumo de
drogas, no se ha demostrado claramente su relación con la esquizofrenia;
sin embargo, es interesante notar que más de la mitad de las personas
enfermas consumen drogas ilícitas.
El tratamiento de
la esquizofrenia incluye fundamentalmente el uso de fármacos llamados
antipsicóticos. Estos medicamentos pueden controlar los síntomas de la
enfermedad; sin embargo, poseen varios efectos secundarios que causan
molestias a los pacientes, lo que hace que abandonen rápido el
tratamiento.
Han creado nuevos fármacos más eficaces y que disminuyen los efectos secundarios.
Se están realizando numerosos estudios para seguir avanzando en el tratamiento de la enfermedad.
Fuente utilizada:
http://www.misrespuestas.com/