¿Por qué mi hijo no habla bien?

Muchos niños padecen trastornos del lenguaje que les impide desenvolverse con soltura en el colegio o relacionarse bien con sus amigos y eso puede marcarles de por vida.

La solución está en dar al problema la importancia que merece y saber prevenir esas alteraciones del habla antes de que sea demasiado tarde.

La mayoría de veces, cuando el habla de nuestro hijo no es todo lo fluida que debiera, solemos defendernos respondiendo que es más avispado para otras cuestiones y restándole importancia.

Pero en la mayoría de los casos -salvo que exista alguna alteración física que lo impida- los trastornos del lenguaje son problemas que se pueden y se deben resolver y, por supuesto, prevenir.

LO MÁS HABITUAL
Se calcula que uno de cada cinco niños entre 2 y 5 años tiene problemas de lenguaje, pero no todos los niños que hablan mal pecan de lo mismo. Son muy diversos los problemas que se pueden presentar, aunque los más frecuentes son:

La Dislalia.
La logopeda Lluïsa Cabré lleva 30 años luchando para que los niños que llegan a sus manos superen los trastornos del habla, además de formar a profesores, padres y pediatras sobre la materia.

Por todo ello, conoce bien este tipo de problemas. "La dislalia es el trastorno del lenguaje más frecuente en los niños y normalmente no se le da importancia -comenta esta especialista-.

Consiste en decir mal uno o varios sonidos e incluso puede llegar a darse la situación de que lo que dice el niño sea totalmente ininteligible, es decir, imposible de comprender.

Para poner un ejemplo, cuando un niño de más de 4 años, en lugar de "terror" dice "telol" o en lugar de "pera" dice "pela", tiene dislalia".

Este trastorno también se da en el caso, menos frecuente, de que el niño olvide pronunciar un determinado sonido (por ejemplo "venana" por "ventana").

EL RETRASO EN LA APARICIÓN DEL HABLA.
"Cuando se da esta circunstancia, algunos padres se suelen mostrar muy preocupados -explica Lluïsa Cabré-. Es preciso aclarar que este trastorno no implica ningún retraso intelectual. Un niño de 2 años puede no decir una palabra y, sin embargo, ser muy inteligente.

Seguir leyendo.
Fuente: http://blog.mamasybebes.com/