Depresión infantil |
Terapia psicológica infantil y adolescente
Terapia de la depresion infantil y estado de animo
Al igual que los adultos, los niños y adolescentes
pueden tener problemas de estado de ánimo, y entre los más frecuentes se
encuentra la depresión infantil y la distimia, incluimos también en este apartado el duelo infantil
al cursar también con alteraciones del estado de ánimo.
El duelo no es
un trastorno psicológico, ya que el sufrimiento ante la pérdida de un
ser querido es un proceso natural pero se recomienda terapia psicológica
para ayudar a elaborar el fallecimiento y para prevenir que el duelo se
complique dando lugar a un duelo patológico.
Depresión infantil
Supone una alteración del estado de ánimo de forma brusca, es decir, el niño sufre un cambio radical en su conducta habitual. Afecta aproximadamente a un 5% de los niños menores de trece años y la proporción de casos de depresión aumentan con la edad.La depresión infantil se presenta de formas diversas, con grados y duración variados, y la sintomatología varía también función de la edad del menor, aunque de forma general se agrupa del modo siguiente:
Síntomas Emocionales en depresión infantil:
Tristeza, cambios bruscos en el humor, aumento de la irritabilidad, llanto con facilidad, pérdida de interés por actividades que antes les gustaban (juegos preferidos) y rechazo en participar en estas actividades. Además, estos niños se quejan de forma constante de sentirse aburridos y presentan elevada ansiedad cuando tienen que ir a la escuela y otras actividades sociales.Otro síntoma característico de la depresión infantil es la elevada sensibilidad, de tal forma que el niño se muestra demasiado irritable o sensible frente a problemas cotidianos y muestra rabietas o berrinches con facilidad, además de ser extremamente sensible al rechazo y al fracaso.
Síntomas somáticos en depresión infantil:
Presentan menos energía y concentración, con frecuencia se quejan de dolores de cabeza y/o estómago, y suelen tener sentimientos de castigo.De cara a no alargar el sufrimiento del menor y no cronificar el problema, es muy importante que los padres sepan identificar este problema.
Para ello, es necesario conocer cuales son las manifestaciones más significativas de este cuadro clínico: bajo rendimiento académico, aburrimiento constante, sensación de cansancio, pérdida de peso y/o apetito, problemas en el sueño, aislamiento social, sensación de inutilidad, hiperactividad y elevada irritabilidad.
No existe una única causa para la depresión infantil sino que se produce por la interacción de factores sociales, familiares y bioquímicos. Entre las situaciones sociales y familiares más importantes están:
- Problemas con la familia
- Bajo apoyo o cohesión familiar
- Maltrato infantil
- Inadecuado control familiar (sobreprotección o ausencia de la misma)
- Mala comunicación o nula entre los miembros de la familia
- Aislamiento social
- Baja autoestima
- Problemas en el colegio o con amigos
íntomas Motores en depresión infantil:
Hipo o hiperactividad, torpeza, inquietud, inmovilidad, aislamiento social (pueden pasar muchas horas solos), rabietas, elevada inquietud, problemas para dormir y/o pesadillas, suelen tener pérdida de apetito y peso.Por lo general, estos niños suelen utilizar una comunicación pobre y generalmente se observa una disminución importante del rendimiento escolar.
En adolescentes con depresión también puede ser frecuente hablar de escaparse de casa o intentarlo.
Pueden aparecer también diversos problemas de conducta, consulte también el apartado correspondiente sobre problemas de conducta infantil
Síntomas Cognitivos en depresión infantil:
Falta de concentración y problemas para recordar, pensamientos negativos y derrotistas, estos niños se caracterizan a si mismos como "malos", "tontos" y "feos". Además presentan desesperación, miedos irracionales sobre el futuro y con frecuencia se sienten culpables.Los niños y adolescentes con depresión, son propensos a obsesionarse con errores o fracasos menores y presentan una baja autoestima. Otra característica es que suelen tomar la responsabilidad de situaciones que están fuera de su control, como problemas familiares o divorcio de los padres.
Depresión infantil
Los niños también se deprimen, y no necesariamente a causa de un acontecimiento penoso. Las manifestaciones a través de las cuales la depresión se expresa.
Si bien la idea de la niñez, asociada a una etapa sin conflictos, ha quedado atrás, resulta difícil aceptar que haya niños que puedan padecer un sufrimiento depresivo.
- ¿Cuáles son los eventuales indicios orientadores de una depresión en la infancia?
Las manifestaciones sintomáticas propias de los cuadros depresivos son de naturalezas muy heterogéneas. Sus combinatorias arman en cada caso una constelación singular.
Si bien la idea de la niñez, asociada a una etapa sin conflictos, ha quedado atrás, resulta difícil aceptar que haya niños que puedan padecer un sufrimiento depresivo.
- ¿Cuáles son los eventuales indicios orientadores de una depresión en la infancia?
Las manifestaciones sintomáticas propias de los cuadros depresivos son de naturalezas muy heterogéneas. Sus combinatorias arman en cada caso una constelación singular.
A su vez, la magnitud del problema nos lleva a considerar categorías diferenciales según se trate de una crisis de reacciones depresivas puntuales o de un estado depresivo generalizado.
Los equivalentes depresivos, como por ejemplo ciertas quejas somáticas, entre las cuales predominan las cefaleas y los dolores de panza, sustituyen los síntomas típicos en los adultos.
Dado que la depresión en la infancia se presenta de maneras muy variadas, puntualizaremos solamente algunas de ellas. ¿A qué prestar atención?
Sentimientos de impotencia: pérdida de interés, de energía vital, poca confianza en sí mismo, momentos de vacío y extravío, autodesvalorización ("no me sale").
Alteraciones funcionales: trastornos del sueño, de la alimentación; malestares corporales; desconcentración y desconexión ("está en la luna"); restricciones funcionales del yo (inhibiciones).
Dificultades en las relaciones con los otros: resignación, sentimientos de no ser querido, retraimiento, dificultad para incluirse en situaciones grupales.
Oscilaciones del humor y estados de ánimo: apatía, irritabilidad, agresión, enojo, o bien excesiva buena conducta y sumisión. Inestabilidad, facilidad para el llanto; abatimiento afectivo.
En los padres, este panorama, además de impotencia, desorienta en torno de qué hacer. El itinerario habitual de preguntas que buscan el porqué va descartando factores de la realidad. Constatadas las condiciones básicas de subsistencia, se abre un registro más sutil que nos deja sin poder comprender el enigmático circuito de los procesos afectivos.
La perspectiva de un niño difiere necesariamente del ángulo desde el cual pregunta el adulto. De ahí que, pese hacer un inventario abarcativo de preguntas para entender qué está pasando (...)
Fuentes utilizadas:
http://www.psicomaster.com/
http://www.proyecto-salud.com.ar/
Depresión infantil
Dado que la depresión en la infancia se presenta de maneras muy variadas, puntualizaremos solamente algunas de ellas. ¿A qué prestar atención?
Sentimientos de impotencia: pérdida de interés, de energía vital, poca confianza en sí mismo, momentos de vacío y extravío, autodesvalorización ("no me sale").
Alteraciones funcionales: trastornos del sueño, de la alimentación; malestares corporales; desconcentración y desconexión ("está en la luna"); restricciones funcionales del yo (inhibiciones).
Dificultades en las relaciones con los otros: resignación, sentimientos de no ser querido, retraimiento, dificultad para incluirse en situaciones grupales.
Oscilaciones del humor y estados de ánimo: apatía, irritabilidad, agresión, enojo, o bien excesiva buena conducta y sumisión. Inestabilidad, facilidad para el llanto; abatimiento afectivo.
En los padres, este panorama, además de impotencia, desorienta en torno de qué hacer. El itinerario habitual de preguntas que buscan el porqué va descartando factores de la realidad. Constatadas las condiciones básicas de subsistencia, se abre un registro más sutil que nos deja sin poder comprender el enigmático circuito de los procesos afectivos.
La perspectiva de un niño difiere necesariamente del ángulo desde el cual pregunta el adulto. De ahí que, pese hacer un inventario abarcativo de preguntas para entender qué está pasando (...)
Fuentes utilizadas:
http://www.psicomaster.com/
http://www.proyecto-salud.com.ar/
Depresión infantil