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Dislexia infantil |
El mal uso tan extendido de esta palabra hace que se incluyan en el mismo problema las dificultades para leer y las dificultades para escribir, cuando en realidad los problemas en la escritura se denominan disgrafia o disortografia.
La dislexia es bastante frecuente en la población escolar. Se calcula que alrededor de un 10% de los niños lo padecen, y es más frecuente en los chicos que n las chicas.
Evidentemente, el problema se detecta cuando los niños comienzan a leer, por lo que el problema se detecta tarde, normalmente a partir de los ocho años, pero se hace evidente a partir d e los 9 o los 10.
Las manifestaciones de la dislexia son muy variadas y dependerán de la intensidad del trastorno y de la edad del niño.
Pueden verse alteradas funciones relacionadas con la memoria, con el vocabulario y el habla. En la etapa preescolar se pueden observar deficiencias en el lenguaje, en la motricidad y falta de madurez en general. Por eso, el diagnóstico precoz es muy importante para ayudar al niño.
Los síntomas
Para un niño disléxico, la escritura es un auténtico jeroglífico. No puede leer y comprender lo leído, sólo puede llegar a deletrear y leer mecánicamente las palabras.
De cualquier forma, la dislexia es un trastorno específico del aprendizaje, por lo que los síntomas cambian a medida que el niño crece. Entre los 6 y los 11 años los síntomas son más evidentes y fáciles de identificar y a partir de los 12 años las alteraciones del aprendizaje son muy limitantes.
¿Cuáles son los síntomas que nos pueden hacer sospechar?
A partir de los 6 años y hasta la adolescencia:
- Invierte letras, números y palabras y confunde el orden de las letras dentro de las palabras.
- Tiene gran dificultad para conectar letras y sonidos y en descifrar palabras aprendidas.
- Confunde derecha e izquierda y escribe en espejo.
- No agarra bien el lápiz.
- Tiene muy mala letra.
- No es capaz de completar una serie de instrucciones verbales.
- Su comprensión lectora es pobre y e cuesta mucho recordar información.
- No puede escribir no organizar sus pensamientos.
- No logra planificar su tiempo ni tiene estrategias para terminar a tiempo sus tareas.
- Finalmente evita leer, escribir y las matemáticas y se bloquea emocionalmente.
¿Cuál es su causa?
Las teorías más recientes apuntan que los niños disléxicos tienen un fallo en el hemisferio izquierdo del cerebro que afecta a la velocidad de procesamiento de la información y esto provoca que tenga dificultad para procesar los cambios rápidos tanto en el área visual como auditiva.
También ocasiona la falta de orientación en el espacio, de hecho, los disléxicos no tienen asimilados los conceptos de derecha-izquierda, arriba-abajo o delante-detrás.
Por otro lado, también se altera la relación que existe entre el lenguaje hablado y el escrito, por lo que no son capaces de comprender lo que leen. Y, en e campo de la escritura, se saltan letras y confunden las que tienen un grafismo parecido como la p y la q.
Cómo ayudarles
Lo más importante es detectar cuanto antes el problema, por eso es necesario consultar con el pediatra o el psicólogo ante la aparición de los síntomas referidos.
Una vez establecido el diagnóstico, los trastornos disléxicos pueden corregirse sin especial problema ya que disponemos de programas de apoyo específicos que pueden solucionar la dislexia la mayoría de las veces en sólo un año.
Un muchacho con dislexia sufre a causa de su problema. Es esencial que se sienta apoyado por sus familiares y que sepa que no se trata de un problema de inteligencia: muchos famosos eminentes han sido disléxicos, por ejemplo Leonardo da Vinci, Agatha Christie o Albert Einstein
Es importante motivar que el muchacho destaque en otra actividad, como el deporte,la música, el dibujo, etc. Además. los pediatras recomiendan ayudar a los niños disléxicos con actividades concretas.
- Es conveniente ayudarle con los deberes, incluso si es necesario, contando con un profesional.
- Es útil utilizar códigos de color para marcar los libros y objetos del colegio para que asó los reconozca rápidamente.
- Leer todos los días los libros que más le interesen, explicándole el significado de las palabras nuevas y recalcando la comprensión del texto.
- Puesto que uno de los problemas es la memoria repetitiva, ayude a fomentarla aprendiendo poemas o adivinanzas.
La dislexia como problema de lectoescritura
No hace mucho comentábamos la poca atención que la dislexia recibe en muchos países, lo que povocaba deficiencias en el tratamiento de este problema que necesita ser detectado cuanto antes. Volveremos sobre este tema, pero antes nos detenemos en la definición de la dislexia.
La logopeda Maribel Martín explica las claves de esta disfunción, señalando que la dislexia es un trastorno neuronal en la lecto-escritura que dificulta en distintos grados la capacidad para aprender a leer y a escribir. Este problema de origen neuronal es congénito, por lo que en muchos casos se transmite de padres a hijos.
Pero es importante señalar que no conlleva retraso mental ni carencias del entorno socioeducativo. De hecho, los disléxicos suelen tener un coeficiente intelectual alto.
El problema reside en que los disléxicos tienen dificultades para distinguir y memorizar las letras o grupos de letras, el ritmo y orden de su colocación para formar las palabras, lo cual conlleva una mala estructuración de las frases. Lo que para cualquier otro es claramente una “b”, para los disléxicos puede ser una “p” o una “d”.
Además, la dificultad puede verse agravada porque muchas veces la naturaleza introspectiva del niño o niña disléxico hace que obvien o “disimulen” su problema, porque para ellos esa dificultad es un “fallo” normal en ellos.
Gran parte de las dificultades académicas, cuando no se ha detectado la dislexia, provienen de que no entienden lo que leen, se aburren, dejan de prestar atención y al final en el aula puede parecer un problema de conducta lo que es un problema de aprendizaje. Muchos alumnos “vagos” o indisciplinados pueden ser disléxicos.
De ahí la importancia de la detección temprana de la dislexia, para evitar que esas dificultades degeneren y sean tratadas cuanto antes para minimizar los daños en la adquisición de la lectura y escritura y de los contenidos de las distintas asignaturas más adelante.
La “acomodación” y superación de la dislexia es posible (no la cura) mediante unas actividades adecuadas y un seguimiento de la evolución del problema.
El éxito, incluso el reconocimiento mundial puede llegar a una persona con dislexia. Como hemos dicho, el trastorno no está reñido con la inteligencia o con la creatividad.
La lista de personajes célebres que han sido y son disléxicos es larga: desde el popular Boris Izaguirre a Winston Churchill, el pintor Pablo Picasso, Bill Gates… Incluso de un genio como Albert Einstein sus profesores decían que era lento mentalmente, poco sociable y divagaba constantemente.
Aunque también, ocultos, habrá la historia de muchos fracasos. Pero nunca es tarde para detectar la dislexia.
NIÑOS CON DISLEXIA. ¿QUE ES LA DISLEXIA?
Dislexia es un tipo de problema de aprendizaje en la que un niño(a) tiene dificultades aprendiendo a leer y entendiendo el lenguaje escrito. Incluso los niños(as) que tienen una inteligencia promedio o superior al promedio, suficiente motivación y oportunidades para leer pueden tener dislexia.
Debido a que los niños(as) con dislexia tienen problemas al hacer la conexión básica entre las letras y los sonidos, generalmente también tienen dificultades al deletrear, escribir y hablar.
Cifras estimadas indican que hasta un 20% de todas las personas de los Estados Unidos tienen dificultad al leer y que el 85% de ellas padecen dislexia. Las causas de la dislexia no son claras y pueden variar en términos de severidad; algunas investigaciones indican que puede ser hereditaria.
Con la enseñanza y la asistencia apropiadas, un niño(a) con dislexia puede aprender a leer, prosperar en la escuela y tener éxito en el mundo laboral. Pero es importante que el niño(a) sea diagnosticado lo antes posible proporcionándole la asistencia y el apoyo necesarios.
¿Qué es la dislexia?
Una asunción muy común sobre la dislexia es que las letras o las palabras aparecen al revés, i.e., "ver" aparece como "rev."Este tipo de problema puede ser parte de la dislexia, pero leer las letras al revés es algo muy común entre los niños(as) hasta que llegan al primer grado en la escuela, esto no le ocurre solamente a niños(as) con dislexia.
Cuando la mayoría de los niños están aprendiendo a leer, utilizan métodos "decodificadores" típicos: aprenden a reconocer las letras al verlas y aprenden el sonido correspondiente a cada una de ellas.
Luego comienzan a descubrir cómo se ven y cómo suenan las letras cuando se juntan para formar palabras. Luego incluyen estas observaciones conjuntamente con el aprendizaje y memorización de las palabras, su significado y cómo pueden formar oraciones.
Un niño(a) con dislexia generalmente tiene problemas haciendo la conexión entre el sonido y la letra que produce ese sonido y a la misma vez, tiene dificultad combinando esos sonidos para formar palabras.
Cuando toma mucho tiempo emitir el sonido de una palabra, entonces el niño(a) tiene dificultades al leer oraciones y entenderlas.
Un niño(a) con dislexia puede que olvide las letras y su significado en el contextos más amplio de una oración o de un párrafo. En algunos casos de dislexia, un niño(a) tiene problemas distinguiendo entre ciertos sonidos, como los de la "P" y la "B" o tiene dificultades identificando el orden correcto de las letras.
Los estudios ahora indican que la dislexia ocurre debido a la manera como se ha formado el cerebro y cómo procesa la información que recibe. Las personas con dislexia procesan la información en una parte del cerebro diferente a las personas que no padecen de dislexia.
Las razones específicas por las que las que algunas personas procesan la información de esta manera se desconoce, pero la genética puede que tenga que ver en ello.
Diagnosticando la dislexia
La dislexia suele diagnosticarse entre los 4 y los 6 años, cuando los Niños(as) típicamente comienzan a aprender a leer y a reconocer las letras y sus sonidos. En algunos casos, la dislexia no se hace aparente hasta que el niño(a) crece e intenta aprender gramática y sintaxis, y a leer temas más largos y complejos.
En niños en edad escolar o en adolescentes, algunos síntomas de dislexia puede que incluyan dificultad con los siguiente:
- Haciendo rimas con las palabras o nombrando números y letras
- Con direcciones, reconociendo la izquierda de la derecha o arriba vs. abajo
- Leyendo mapas
- Recordando los nombres correctos de las cosas
- Memorizado listas y números telefónicos
- Completando asignaciones y pruebas con cierto límite de tiempo
Un caso de dislexia puede ser confirmado solamente a través de una evaluación formal, la cual generalmente la realizan los especialistas en lectura de las escuelas, los psicólogos en las comunidades o los pediatras.
Estas evaluaciones generalmente incluyen medir el coeficiente de inteligencia (IQ) del niño(a), y la capacidad de audición,visión y escritura.
Los efectos negativos de la dislexia
Un niño(a) con dislexia que observa a sus compañeros leer y progresar puede que se sienta "estúpido" porque tiene dificultades para mantener el mismo ritmo de sus compañeros.
A medida que el niño(a) avanza en los grados elementales de la escuela, los problemas pueden empeorar ya que la lectura se hará más importante para continuar aprendiendo.
Los niños(as) que tienen este tipo de dificultades generalmente evitan leer porque les parece difícil o estresante.
Como resultado, terminan perdiendo oportunidades de prácticas de lectura retrasando más su aprendizaje en comparación con sus compañeros. La auto-estima de un niño(a) que tiene dificultades aprendiendo en la escuela también sufre.
Tratando la dislexia
Afortunadamente, con la ayuda y la asistencia apropiadas, la mayoría de los ninos con dislexia son capaces de desarrollar estrategias que los ayudarán a permanecer en clases promedio. Un niño(a) con dislexia generalmente trabaja con un profesor, tutor o especialista en la lectura para aprender estrategias especiales para este tipo de condición.
El maestro(a) de su niño(a) puede que recomiende a un terapeuta académico - también llamado terapeuta de la educación o terapeuta del lenguaje académico - entrenado para trabajar con niños(as) que padecen dislexia.
En los Estados Unidos, bajo el decreto ley Americans with Disabilities Act (La Ley de Americanos con Discapacidades), un niño(a) con dislexia legalmente tiene derecho para recibir ayuda especial en las escuelas públicas que puedan ayudarle con la dislexia, como por ejemplo, darle tiempo adicional para pruebas o deberes o ayudarles a la hora de tomar notas.
Éxito más allá de la dislexia
Incluso con la intervención adecuada, un niño(a) con dislexia puede que encuentre muchas dificultades en la escuela. Es importante que usted apoye los esfuerzos de su hijo(a) motivándole y ayudándole a leer en casa. Igualmente, intente darle a su hijo(a) oportunidades para desarrollar confianza en sí mismo para que tenga éxito en otras áreas como deportes, un hobby, artes plásticas y arte dramático. La dislexia no tiene por qué ser un impedimento para el éxito. Si su hijo(a) tiene dislexia, no significa que usted o los maestros(as) de su hijo(a) deban esperar menos de él o ella. Existen artistas, atletas, científicos y figuras de estado que han podido alcanzar el éxito a pesar de tener dificultades con la lectura.
Si usted sospecha que su niño(a) puede tener dislexia, hable con el doctor de su hijo(a), su maestro o un especialista en lectura. Cuanto antes trate un problema con la lectura, mas rápidamente su hijo(a) recibirá la ayuda que necesita.
Soluciones a la dislexia
Un equipo franco-italiano de científicos descubrió que los niños disléxicos leen mejor cuanto más separadas están las letras de una palabra y las palabras entre sí, según informó ayer el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) francés.
Los expertos, procedentes del CNRS y de las universidades de Aix-Marsella, Francia, y de Padua, Italia, comprobaron cómo infantes franceses e italianos de entre 8 y 14 años leían un texto compuesto por 24 frases en las que la distancia entre las letras variaba.
Los profesionales constataron que el aumento del espacio entre las letras ayudaba a los niños a leer 20 por ciento más rápido y a cometer dos veces menos errores que con una distancia más pequeña.
Este hallazgo, según el CNRS, “abre una pista interesante en el campo de los métodos de reeducación de la dislexia”, que entorpece la lectura y desanima a los niños de leer con frecuencia, una actividad que es precisamente una de las claves para combatir el problema.
Un niño disléxico suele leer en un año el mismo número de palabras que un lector sin ningún tipo de problema lee en dos días, según el estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
¿Qué es la dislexia?
El término dislexia se emplea para designar un síndrome o conjunto de causas determinado, que se manifiesta como una dificultad para la distinción y memorización de letras o grupos de letras, falta de orden y ritmo en la colocación, mala estructuración de frases, etc.; que se hace patente tanto en la lectura como en la escritura.
¿Qué es lo que origina la dislexia?
La dislexia es el efecto de múltiples causas, que pueden agruparse entre dos polos. De una parte los factores neurofisiológicos, por una maduración más lenta del sistema nervioso y de otra los conflictos psíquicos, provocados por las presiones y tensiones del ambiente en que se desenvuelve el niño. Estos factores llevan a la formación de grupos de problemas fundamentales.
Por lo tanto, la dislexia sería la manifestación de una serie de trastornos que en ocasiones pueden presentarse de un modo global, aunque es más frecuente que aparezcan algunos de ellos de forma aislada.
Características del niño disléxico
Falta de atención. Debido al esfuerzo intelectual que tienen que realizar para superar sus dificultades perceptivas específicas, suelen presentar un alto grado de fatigabilidad.
Por esta causa los aprendizajes de lectura y escritura le resultan áridos, sin interés, no encontrando en ellos ningún atractivo que reclame su atención.
Desinterés por el estudio. La falta de atención, unida a un medio familiar y escolar poco estimulantes, hacen que se desinteresen por las tareas escolares. Así, su rendimiento y calificaciones escolares son bajos.
Inadaptación personal. El niño disléxico, al no orientarse bien en el espacio y en el tiempo, se encuentra sin puntos de referencia o de apoyo, presentando en consecuencia inseguridad y falta de estabilidad en sus reacciones.
Como mecanismo de compensación, tiene una excesiva confianza en sí mismo e incluso vanidad, que le lleva a defender sus opiniones a ultranza.
Manifestaciones escolares
Se manifiesta de una forma más concreta en el ámbito escolar, en las materias básicas de lectura y escritura. Según la edad del niño, la dislexia presenta unas características determinadas que se pueden agrupar en tres niveles de evolución.
De modo que aunque el niño disléxico supere las dificultades de un nivel, se encuentra con las propias del siguiente.
De esta forma, la reeducación hará que éstas aparezcan cada vez más atenuadas o que incluso lleguen a desaparecer con la rehabilitación. A continuación realizamos un análisis por rangos de edad.
Niños de edades comprendidas entre los 4 y los 6 años
Esta etapa coincide con la etapa preescolar. Los niños están iniciándose en la escritura y en la lectura, pero como no se ha producido la adquisición total de éstas, los trastornos que presenten serán una predisposición a la dislexia y se harán patentes en el próximo nivel o en edades más avanzadas.
Las alteraciones se manifiestan más bien en el área del lenguaje, dentro de éstas podemos destacar:
- Supresión de fonemas, por ejemplo "bazo" por "brazo", o "e perro" por " el perrro".
- Confusión de fonemas, por ejemplo "bile" por "dile".
- Pobreza de vocabulario y de expresión junto con una comprensión verbal baja.
- Inversiones, que pueden ser fonemas dentro de una sílaba, o de sílabas dentro de una palabra. Por ejemplo: "pardo" por "prado"y "cacheta" por "chaqueta".
- Mala estructuración del conocimiento del esquema corporal.
- Dificultad para distinguir colores, tamaños, formas...
- Torpeza motriz con poca habilidad para los ejercicios manuales y para realizar la escritura.
En este periodo la lectura y la escritura ya deben
estar adquiridas por el niño con un cierto dominio y agilidad. Es en
esta etapa donde el niño disléxico se encuentra con más dificultades y
pone más de manifiesto su trastorno.
Las manifestaciones más corrientes en este periodo son:
- Confusiones sobre todo en aquellas letras que tienen una similitud En su forma y en su sonido, por ejemplo : "d" por "b"; "p" por "q"; "b" por "g"; "u" por "n"; "g" por "p"; "d" por "p".
- Dificultad para aprender palabras nuevas.
- Inversiones en el cambio de orden de las letras, por ejemplo "amam" por "mama"; "barzo" por "brazo"; "drala" por "ladra".
- Omisión o supresión de letras, por ejemplo "árbo" por "árbol".
- Sustitución de una palabra por otra que empieza por la misma sílaba o tiene sonido parecido, por ejemplo: "lagarto" por "letardo".
- Falta de ritmo en la lectura, saltos de línea o repetición de la misma.
- En la escritura sus alteraciones principales son en letras sueltas.
- En una fase más avanzada, cuando escribe comienza a hacerlo por la derecha y termina la palabra o frase por la izquierda, legible si leemos con espejo.
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