Trastorno bipolar

Bipolaridad infantil
Trastorno Bipolar en Niños y Adolescentes 
Antes no se daba importancia a la existencia de niños con Trastorno Bipolar. Hoy en día, conocido su aspecto genético, es importante estudiar la posibilidad de que niños, con pacientes bipolares en su parentesco de primer o segundo grado, padezcan también un TB.

¿Con qué puede confundirse el trastorno bipolar infantil?

· Básicamente con el trastorno por déficit de atención.

· Depresión monopolar infantil.

· Trastornos de conducta de naturaleza emocional, o ligada a retrasos del desarrollo.

· Síntomas predominantes en el trastorno bipolar infantil o adolescente

Igual que en los adultos:

· Cambios en el estado de ánimo y en la actividad, aunque no necesariamente iguales que en los adultos.

Los cambios se asocian más a una mezcla de síntomas maníacos y depresivos, constituyendo un estado mixto, o con cambios bruscos y rápidos entre la agitación y la depresión. Pueden ser estados muy intensos (gran exaltación, depresión grave).

· irritabilidad que llega a la furia, explosiva o destructiva.

· actitud negativista y desafiante.

· hipersexualidad muy infrecuente en la edad infantil

· incapacidad para "entender" las situaciones, lo que da lugar a comportamientos muy inadaptados.

· trastornos del pensamiento, paranoias, delirios...

· trastornos del sueño (insomnio en fases de exaltación, somnolencia en fases depresivas).

Relación con alcohol y drogas 
No creemos que el uso de alcohol y de drogas cause el trastorno bipolar. Ahora bien, el uso de tales sustancias, siempre peligrosas, puede agravar un trastorno previo no diagnosticado.

Más cierto creemos que los niños con trastorno bipolar son los que tienen más posibilidades de acercarse al consumo de drogas y alcohol.

En cualquier caso de adolescente o preadolescente que tiende al consumo de drogas, es necesario establecer el diagnóstico psiquiátrico, con la posibilidad de hallarnos con trastorno depresivo, trastorno bipolar, TDAH u otros.

El tratamiento debe hacerse conjunto: tratar la adicción a las drogas y la patología psiquiátrica al mismo tiempo.

Diagnóstico del Trastorno Bipolar en niños 
Recordemos que, en los niños con trastorno bipolar se solapan mucho las fases depresiva y maníaca. Lo más probable es que veamos alguno de los siguientes comportamientos de riesgo:

Amenazas, o simples menciones, acerca de suicidarse o de desear la muerte

Rabietas, conductas desafiantes en forma "catastrófica"

Conductas reales de riesgo: acercarse a un precipicio, querer bajar de un coche en marcha

Diagnostico diferencial del trastorno bipolar infantil 
Los trastornos que pueden dar lugar a estos síntomas, o parecidos, son los siguientes:

· depresión

· trastorno disruptivos de la conducta

· trastorno negativista desafiante

· trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

· trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

· síndrome de Gilles de La Tourette

· trastorno explosivo intermitente

· Síndrome de Asperger

· Retraso del desarrollo con conductas agresivas

En los adolescentes la confusión máxima se realiza con: 
· trastorno límite de personalidad

· esquizofrenia

· Complicaciones frecuentes del trastorno bipolar infantil

· Aumento de comportamientos negativitas que suelen concluir en expulsiones escolares.

· Actos de delincuencia que acaban con el ingreso en centros reeducativos o, peor, en cárceles para jóvenes.

· abuso de drogas, a veces como un intento del chico de buscar un "medicamento".

· Incremento del número de accidentes.

· Suicidio.

Psicoeducación 
Los padres y familiares deben ser entrenados para ayudar a sus hijos con:

· contener (no aumentar) las rabietas practicar y enseñar a su hijo sistemas para calmarse y/o relajarse

· reducir el estrés en casa

· comprobando que su hijo no sea exigido de forma desproporcionada en la escuela.

· ayudar al niño a anticipar y evitar, o prepararse para situaciones de estrés.

· mostrar un entorno libre, pero con unos límites muy claros.

· retirar objetos (o guardarlos en lugar seguro) que el niño pueda utilizar para dañarse o dañar a otros. Armas, cuchillos, garrotes, medicamentos.

El trastorno bipolar en los niños
Expertos señalan que el aumento de los casos de niños con trastorno bipolar tiene que ver también con el nivel de estrés cotidiano y con otros factores socioambientales.

Uno de los mayores problemas para tratar el trastorno bipolar ha sido la complejidad de su diagnóstico, pues suele o solía confundirse con otras patologías como esquizofrenia u otro tipo de enfermedades.

Estadísticas mundiales revelan que 7 de cada 10 pacientes con trastorno bipolar se enfrentan a diagnósticos erróneos y a veces tardan hasta 8 años desde la primera consulta, para obtener un diagnóstico acertado.

Sin embargo, actualmente el avance de la neurociencia y un mayor conocimiento de las características de la bipolaridad, están logrando diagnósticos más tempranos y acertados que permiten instalar el tratamiento médico adecuado con mayor prontitud.

Los síntomas que presentan los niños diagnosticados con trastorno bipolar difieren de los del adulto. El adulto oscila entre la manía y la depresión, mientras que la mayoría de niños no desarrollan la manía, sino tienden a tornarse depresivos.

Los niños con trastorno bipolar pueden manifestar diversos síntomas, entre ellos: terrores nocturnos y disfunciones en el sueño, problemas de conducta, ansiedad por separación, desafío a la autoridad, irritabilidad, cambios bruscos de humor, comportamientos depresivos, peligrosos o de precocidad sexual, así como hiperactividad, agitación y alucinaciones.

Los niños con esta patología suelen ser niños impulsivos, difíciles y disconformes y también pueden presentar problemas de aprendizaje y déficit de atención.

Los expertos recomiendan que ante la presencia de uno o más síntomas, se consulte a un psiquiatra infantil o “paidopsiquiatra” para que éste realice el diagnóstico correspondiente e instale un tratamiento temprano, en caso de resultar positivo. El tratamiento deberá integrar de forma coordinada la parte terapéutica, la farmacológica y la psicoeducativa.

El diagnóstico del trastorno bipolar debe incluir una evaluación profunda que tome en cuenta los síntomas del niño, su relación familiar y su historial clínico.

Si el trastorno bipolar no se trata o se trata inadecuadamente, puede propiciar un aumento en los síntomas y consecuentemente el desarrollo de otros trastornos de la personalidad.

Trastorno Bipolar 
Se llama trastorno bipolar o trastorno afectivo bipolar a un trastorno depresivo de larga evolución, en el que los episodios depresivos se ven interferidos por la aparición de otros episodios caracterizados por un estado de ánimo elevado (euforia excesiva), expansivo (hiperactividad anómala) o irritable.

Las fases de exaltación, alegría desenfrenada o irritabilidad y grosería, alternan con otros episodios en que la persona está con depresiones intensas, con bajo estado de ánimo, incapacidad para disfrutar, falta de energía, ideas negativas y, en casos graves, ideas de suicidio.

El periodo de exaltación se llama “episodio maníaco”, de una palabra griega, “mania”, que significa literalmente “locura”.

El nombre de afectivo se refiere a las enfermedades de los afectos, nombre genérico que se da a los trastornos depresivos, en general, y al trastorno bipolar. Indistintamente lo nombramos como trastorno bipolar, o como trastorno afectivo bipolar.

Por lo tanto, un trastorno bipolar es una enfermedad en la que se alternan tres tipos de situaciones:
Episodios depresivos, con características parecidas a un episodio depresivo mayor. Las fases depresivas cursan con:
  • Sentimientos de desesperanza y pesimismo.
  • Estado de ánimo triste, ansioso o "vacío" en forma persistente.
  • Sentimientos de culpa, inutilidad y desamparo.
  • Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que antes se disfrutaban, incluyendo la actividad sexual.
  • Disminución de energía, fatiga, agotamiento, sensación de estar "en cámara lenta."
  • Dificultad para concentrarse, recordar y tomar decisiones.
  • Insomnio, despertarse más temprano o dormir más de la cuenta.
  • Pérdida de peso, apetito o ambos, o por el contrario comer más de la cuenta y aumento de peso.
  • Pensamientos de muerte o suicidio; intentos de suicidio.
  • Inquietud, irritabilidad.

Síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento médico, como dolores de cabeza, trastornos digestivos y otros dolores crónicos.

Episodios de normalidad o eutimia (de unas palabras griegas que significan: humor normal, o ánimo normal).

Episodios maníacos, con los síntomas que se exponen a continuación. Un episodio maníaco cursa con algunos de los siguientes síntomas (más de tres):
  • Autoestima exagerada, o sensaciones de grandeza.
  • Disminución de la necesidad de dormir.
  • Ganas de hablar, mucho más de lo que es necesario.
  • Sensación de pensamiento acelerado.
  • Gran distractibilidad, pasando de una a otra cosa con facilidad.
  • Aumento de la actividad (en el trabajo, en los estudios, en la sexualidad...).
  • Conductas alocadas, implicándose la persona en actividades más o menos placenteras, pero que suponen alto riesgo (compras excesivas, indiscreciones sexuales, inversiones económicas...)
  • Euforia anormal o excesiva.
  • Irritabilidad inusual.
  • Ideas de grandeza.
  • Aumento del deseo sexual.
  • Energía excesivamente incrementada.
  • Falta de juicio.
  • Comportarse en forma inapropiada en situaciones sociales.
  • La persona puede estar hostil y/o amenazar a los demás
  • Olvido de las consideraciones éticas.

Un episodio maníaco causa una gran incapacidad en las actividades habituales de la persona que lo padece.

Normalmente la persona está exaltada y “fuera de razón”, y no sigue las normas adecuadas en sus conductas laborales, sociales o de estudios. Puede tener consecuencias desagradables:
  • Empobrecimiento del juicio.
  • Hiperactividad improductiva.
  • Hospitalización involuntaria.
  • Problemas legales y/o económicos.

Conductas antiéticas (por ejemplo: disponer de dinero no propio, o apropiarse de hallazgos de otras personas).

Cambios inadecuados en cuanto a apariencia (indumentaria llamativa, maquillajes extraños, intentos de aumentar un aspecto más sugerente en lo sexual, etc.)

Actividades que demuestran actitudes desorganizadas o raras (repartir dinero, dar consejos a desconocidos con quienes se cruzan, etc.)

Episodio “hipomaniaco”: Se llama episodio “hipomaniaco” (literalmente, “menos que maníaco”) si lo que hay es un episodio como el anterior, pero sin llegar a provocar un deterioro laboral o social.

Episodios mixtos: Son episodios en que aparecen, al mismo tiempo, alteraciones propias de la fase depresiva y alteraciones propias de la fase maníaca.

Es decir: al mismo tiempo depresión y exaltación, hiperactividad, insomnio, ideas negativas. Especialmente complejos son los episodios mixtos que cursan don ideación depresiva, pues existe una mayor posibilidad de que el paciente pase a la acción y realice tentativas de especial letalidad, buscando incluso la espectacularidad en su autolisis.

Las características más comunes en los episodios mixtos son (al menos tres):
  • Alternancia rápida de distintos estados de ánimo (depresión, euforia, irritabilidad)
  • Predominio de la disforia (mal genio)
  • Agitación.
  • Insomnio.
  • Alteración del apetito.
¿Cómo es de largo un trastorno afectivo bipolar?
El paciente, a lo largo de su vida, va presentando episodios depresivos, alternando con los maníacos.

Fuente:  
http://www.medicosenlinea.com.bo/  
http://www.salud.com/salud-infantil/ 
http://www.drromeu.net/