Hipoacusia

Hipoacusia en bebés
¿Qué es la hipoacusia?
Es la incapacidad total o parcial para escuchar sonidos en uno o ambos oídos. Es común perder un poco de la capacidad auditiva después de los 20 años.

Los problemas auditivos a menudo comienzan lentamente con el tiempo y muy rara vez llevan a sordera total.

Existen muchas causas de la hipoacusia y se puede dividir en 2 categorías principales:
La hipoacusia conductiva ocurre debido a un problema mecánico en el oído externo o el oído medio.

Es posible que los tres minúsculos huesos del oído (osículos) no conduzcan el sonido apropiadamente o que el tímpano no vibre en respuesta al sonido. La presencia de líquido en el oído medio puede causar este tipo de hipoacusia.

La hipoacusia neurosensorial se debe a un problema en el oído interno. Ocurre con mayor frecuencia cuando las diminutas células pilosas (terminales nerviosas) que transmiten el sonido a través del oído están lesionadas, enfermas, no trabajan apropiadamente o han muerto.

La hipoacusia conductiva es a menudo reversible, mientras que la neurosensorial no lo es. Se dice que las personas que tienen ambas formas de hipoacusia tienen hipoacusia mixta.

Causas de la hipoacusia
La hipoacusia puede ser causada por líquido que permanece en el oído después de una infección auditiva. Las infecciones del oído son comunes en los niños.

Otros problemas del oído que pueden causar hipoacusia:
La acumulación de cera en el conducto auditivo externo
Un objeto extraño alojado en el conducto auditivo externo
Agujero en el tímpano
Cicatriz en el tímpano a raíz de infecciones repetitivas

La hipoacusia presente al nacer (congénita) puede deberse a:
Anomalías congénitas que provocan cambios en las estructuras del oído
Síndromes genéticos (se conocen más de 400)
Infecciones que la madre le transmite al bebé en el útero (como toxoplasmosis, rubéola o herpes)

Infecciones que pueden dañar el cerebro o los nervios del oído:
Sarampión
Meningitis
Paperas
Escarlatina

El oído puede lesionarse por:
Diferencias de presión entre la parte interna y externa del tímpano , con frecuencia a raíz del buceo
Fracturas de cráneo (pueden dañar las estructuras o nervios del oído)
Trauma por explosiones, fuegos artificiales, armas de fuego, conciertos de rock y auriculares

Otras causas son:
Hipoacusia relacionada con la edad (presbiacusia)
Neuroma acústico
Enfermedad de Meniére
Uso de ciertos medicamentos
Trabajar en torno a ruidos fuertes todos los días (puede dañar las células que se necesitan para oír)

Cuidados en el hogar
Con frecuencia, la acumulación de cera en el oído se puede lavar cuidadosamente con jeringas de oído (disponibles en las farmacias) y agua tibia. Se pueden necesitar ablandadores de cera (como Cerumenex) si la cera está dura y atorada en el oído.

Tenga cuidado al extraer objetos extraños del oído y, a menos que el objeto sea fácilmente accesible, procure que el médico se lo retire. No use instrumentos puntiagudos para extraer cuerpos extraños.

Consulte con el médico en caso de cualquier pérdida auditiva.

Cuándo contactar a un profesional médico
Llame al médico si:
Los problemas auditivos interfieren con su estilo de vida
Los problemas auditivos no desaparecen o empeoran
La audición es peor en un oído que en el otro
Usted presenta una pérdida auditiva grave y súbita o zumbido en los oídos (tinnitus)
Usted tiene otros síntomas, como dolor de oído junto con los problemas auditivos
Usted tiene dolores de cabeza nuevos, debilidad o entumecimiento en cualquier parte del cuerpo.
Lo que se puede esperar en el consultorio médico

El médico elaborará la historia clínica y llevará a cabo un examen físico.
Las preguntas de la historia clínica pueden ser:
¿La pérdida auditiva afecta a ambos oídos o sólo uno?
¿Es la pérdida auditiva leve o grave?
¿Se ha perdido toda la capacidad auditiva (usted no puede escuchar ningún sonido)?
¿Las palabras suenan distorsionadas?
¿Tiene dificultad para entender el lenguaje?
¿Tiene dificultad para encontrar la fuente de un sonido?
¿Por cuánto tiempo se ha presentado la pérdida auditiva?
¿Ocurrió antes de los 30 años de edad?
¿Qué otros síntomas tiene?
¿Se presenta tinnitus (silbidos u otros sonidos en el oído)?
¿Se presenta dolor de oído?
¿Se presenta mareo o vértigo?
¿Tiene otros familiares con hipoacusia?

El médico examinará cuidadosamente sus oídos.
Algunos de los exámenes que se pueden realizar son:
Audiometría (una prueba auditiva empleada para verificar el tipo y magnitud de la hipoacusia)
Tomografía computarizada de la cabeza (en caso de sospecharse un tumor o una fractura)
Resonancia magnética del oído y el cerebro (ver: resonancia magnética de la cabeza)
Timpanometría

Si la hipoacusia no desaparece, se puede practicar una cirugía para mejorar la audición. Si usted tiene hipoacusia neurosensorial, un audífono le puede ayudar a oír. Los implantes cocleares sólo se emplean en personas que son completamente sordas y que no se beneficiarían de un audífono.

Hipoacusia en bebés
Hipoacusia es la incapacidad total o parcial para oír sonidos en uno o en ambos oídos. Los bebés pueden perder toda su capacidad auditiva o sólo parte de ella.

Causas
Aunque no es frecuente, algunos bebés pueden tener algo de hipoacusia al nacer. La hipoacusia también se puede dar en niños que tenían audición normal cuando eran bebés.
La pérdida puede ocurrir en uno o en ambos oídos y puede ser leve, moderada, grave o profunda. La hipoacusia profunda es lo que la mayoría de las personas llaman sordera.
Algunas veces, la hipoacusia empeora con el tiempo; otras veces, permanece estable y no empeora.

Los factores de riesgo de hipoacusia en un bebé abarcan:
  • Antecedente familiar de hipoacusia
  • Bajo peso al nacer

La hipoacusia puede ocurrir cuando hay un problema en el oído externo o el oído medio. Estos problemas pueden disminuir o impedir que las ondas sonoras pasen. Dichos problemas abarcan:
  • Anomalías congénitas que causan cambios en la estructura del conducto auditivo externo o el oído medio
  • Acumulación de cera en el oído
  • Acumulación de líquido detrás del tímpano
  • Lesión o ruptura del tímpano
  • Objetos atascados en el conducto auditivo externo
  • Cicatrización en el tímpano a raíz de muchas infecciones

Otro tipo de hipoacusia se debe a un problema con el oído interno. Puede ocurrir cuando se dañan las diminutas células pilosas (terminaciones nerviosas) que movilizan el sonido a través de la oreja. Este tipo de hipoacusia puede ser causado por:
  • Exposición a ciertos químicos o medicamentos tóxicos estando en el útero o después del nacimiento
  • Trastornos genéticos
  • Infecciones que la madre le transmite a su bebé en el útero (como toxoplasmosis, sarampión o herpes)
  • Infecciones que pueden dañar el cerebro después del nacimiento, como meningitis o sarampión
  • Problemas con la estructura del oído interno

La hipoacusia central resulta del daño al propio nervio auditivo o a las rutas cerebrales que llevan a dicho nervio. La hipoacusia central es poco común en bebés y niños.

Síntomas de la hipoacusia en bebes 
Los signos de hipoacusia en los bebés varían por edad. Por ejemplo:
Es posible que un bebé recién nacido con hipoacusia no se sobresalte cuando suene un ruido fuerte cerca.
Es posible que los bebés mayores, que deben estar respondiendo a las voces familiares, no muestren ninguna reacción cuando se les habla.

Los niños deben estar empleando palabras aisladas hacia los 15 meses y oraciones simples de 2 palabras hacia la edad de 2 años. Si ellos no alcanzan estos hitos, la causa puede ser la hipoacusia.

Es posible que a algunos niños no se les diagnostique hipoacusia hasta que estén en la escuela. Esto es cierto incluso si nacieron con hipoacusia. La falta de atención y el hecho retrasarse en el trabajo con respecto al resto de la clase pueden ser signos de una hipoacusia sin diagnosticar.

Pruebas y exámenes
La hipoacusia ocasiona la incapacidad de un bebé para oír los sonidos por debajo de cierto nivel. Un bebé con audición normal oirá sonidos por debajo de ese nivel.

El médico examinará al niño. El examen puede mostrar problemas óseos o signos de cambios genéticos que pueden causar hipoacusia.

El médico empleará un instrumento llamado otoscopio para ver dentro del conducto auditivo externo del bebé. Esto le permite observar el tímpano y encontrar problemas que pueden causar hipoacusia.

Se emplean dos pruebas comunes para examinar a los bebés recién nacidos con relación a la hipoacusia:
Prueba de respuesta auditiva troncoencefálica (ABR, por sus siglas en inglés). En esta prueba, se emplean parches, llamados electrodos, para determinar cómo el nervio auditivo reacciona al sonido.

Prueba de emisiones otoacústicas (OAE, por sus siglas en inglés). Micrófonos puestos en los oídos del bebé detectan sonidos cercanos, los cuales deben hacer eco en el conducto auditivo externo. Si no hay eco, es una señal de hipoacusia.

A los bebés mayores y niños pequeños se les puede enseñar a responder a los sonidos a través del juego. Estas pruebas, conocidas como audiometría de respuesta visual y audiometría del juego, pueden determinar mejor el rango auditivo del niño.

Tratamiento de la hipoacusia
Más de 30 estados en los Estados Unidos actualmente exigen exámenes de audición para recién nacidos. El tratamiento oportuno de la hipoacusia puede permitirle a muchos bebés desarrollar habilidades del lenguaje normales sin demora. En los bebés nacidos con hipoacusia, los tratamientos deben empezar ya a los 6 meses de edad.

El tratamiento depende de la salud general del bebé y de la causa de la hipoacusia. Puede abarcar:
  • Logopedia
  • Aprendizaje del lenguaje de señas
  • Implante coclear (para aquellos con hipoacusia neurosensorial profunda)

El tratamiento de la causa de hipoacusia puede abarcar:
  • Medicamentos para las infecciones
  • Tubos de timpanostomía para infecciones repetitivas del oído
  • Cirugía para corregir problemas estructurales

A menudo es posible tratar la hipoacusia causada por problemas en el oído medio con medicamentos o cirugía. No hay cura para la hipoacusia causada por daño en el oído interno o los nervios.

El pronóstico del bebé depende de la causa y gravedad de la hipoacusia. Los adelantos en audífonos y otros dispositivos, al igual que la logopedia, les permiten a muchos niños desarrollar las habilidades normales del idioma a la par que sus compañeros con audición normal. Incluso los bebés con hipoacusia profunda pueden mejorar con la combinación correcta de tratamientos.

Si el bebé padece un trastorno que afecte algo más que la audición, el pronóstico depende de qué otros síntomas y problemas tenga.

No es posible prevenir todos los casos de hipoacusia en los bebés.

Las mujeres que estén planeando quedar en embarazo deben asegurarse de tener todas las vacunas al día.

Las mujeres embarazadas deben consultar con su médico antes de tomar cualquier medicamento. Si usted está embarazada, evite actividades que pueden exponer a su bebé a infecciones peligrosas como la toxoplasmosis.

Si usted o su pareja tienen antecedentes familiares de hipoacusia, tal vez desee recibir asesoría genética antes de quedar en embarazo.

Consulte con el médico si su bebé o su niño pequeño muestra signos de hipoacusia, como no reaccionar ante ruidos fuertes, no hacer ni imitar ruidos o no hablar a la edad en que esto se espera.

Si su hijo tiene un implante coclear, llame inmediatamente al médico si presenta fiebre, cuello rígido, dolor de cabeza o una infección en el oído. No es posible prevenir todos los casos de hipoacusia en bebés.

Las mujeres que estén planeando quedar en embarazo deben asegurarse de tener todas las vacunas al día. Las mujeres embarazadas deben consultar con su médico antes de tomar cualquier medicamento.

Si usted está embarazada, evite actividades que pueden exponer a su bebé a infecciones peligrosas como la toxoplasmosis.

Si usted o su pareja tienen antecedentes familiares de hipoacusia, tal vez desee recibir asesoría genética antes de quedar en embarazo.

La pérdida de audición es uno de los problemas de salud crónicos más comunes, afectando a personas de todas las edades, en todos los segmentos de la población y de todos los niveles socioeconómicos.

La pérdida de audición afecta aproximadamente a 17 de cada 1.000 niños y jóvenes menores de 18 años. La incidencia aumenta con la edad: aproximadamente 314 de cada 1.000 personas mayores de 65 años sufre pérdida de audición.

Ésta puede ser hereditaria o puede ser el resultado de una enfermedad, traumatismo, exposición a largo plazo al ruido, o medicamentos. La pérdida de audición puede variar desde una leve, pero importante disminución de la sensibilidad auditiva, a una pérdida total.

Se denomina sordera o hipoacusia al déficit funcional que ocurre cuando un sujeto pierde capacidad auditiva, en mayor o menor grado.

Llamamos umbral auditivo al estímulo sonoro más débil (de menor intensidad) que es capaz de percibir un determinado oído. Frecuentemente encontramos el manejo de los términos sordera e hipoacusia como sinónimos aun cuando no lo son.

Hipoacusia 
La "hipoacusia" es la pérdida parcial de la capacidad auditiva. Esta pérdida puede ser desde leve o superficial hasta moderada, y se puede dar de manera unilateral o bilateral dependiendo de que sea en uno o ambos oídos; esta pérdida puede ser de más de 40 decibelios en adelante.

Las personas con hipoacusia habitualmente utilizan el canal auditivo y el lenguaje oral para comunicarse. Se benefician del uso de auxiliares auditivos para recuperar hasta en un 20 a 30% de la audición.

Para estudiar la pérdida de audición es necesario caracterizarla, así podemos clasificar las hipoacusias de formas tales como:
Clasificación cuantitativa: según la cantidad de pérdida de audición.
Clasificación topográfica: con respecto al lugar donde asienta la lesión que produce el déficit.
Clasificación etiológica: de acuerdo con la etiología de la hipoacusia.
Clasificación locutiva: en relación con el lenguaje. 

Problemas
Dificultad para escuchar conversaciones, especialmente cuando hay ruido de fondo.
Fuente utilizada:  
http://www.nlm.nih.gov/  
http://www.nlm.nih.gov/ 
http://es.wikipedia.org/