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| Bipolaridad en niños |
Sube y baja emocional
Uno de cada cinco chicos sufre de alguna enfermedad psiquiátrica. La menos conocida es el trastorno maníaco-depresivo. Cómo identificarlo, ayudar a los niños y tranquilizar a los padres.
Beethoven, Goethe, Newton, Tolstoi y Hemingway tenían algo en común: todos sufrían del llamado trastorno maníaco-depresivo.
Una antigua enfermedad mental que afecta al dos por ciento de la población mundial. Hasta hace pocos años, era rarísimo encontrar casos fuera del mundo de los adultos. Sin embargo, actualmente se sabe que también puede ser una patología infantil.
Según advierte la Child and Adolescent Bipolar Foundation (BPKids) este trastorno se está manifestando con mayor frecuencia entre la población infantil, aunque la gran mayoría de los padres no lo sabe.
Pero, ¿qué es la bipolaridad? Se considera que una persona padece de estos desórdenes si a lo largo de su vida pasó por períodos de depresiones profundas y de euforia o manía constante.
Sin embargo, la bipolaridad infantil todavía es un tema desconocido: la falta de exactitud en el proceso de su diagnóstico sigue siendo el principal problema para su cura.
En los Estados Unidos, por ejemplo, se sospecha que un gran número de niños tratados por el déficit de atención e hiperactividad (ADD) sufrirían, en realidad, de una bipolaridad incipiente, ya sea junto al ADD o en reemplazo de ésta.
Por eso, la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente, pronostica que hasta un tercio de los tres millones de niños que tienen depresión podrían estar experimentando el nacimiento de un trastorno maníaco-depresivo futuro.
Viviana Chiappe, médica psiquiatra especializada en pediatría y directora de la Asociación Argentina de Psiquiatría Infanto Juvenil (AAPI), opina:
“Los bipolares son chicos muy difíciles de manejar en la familia y en la escuela. Se caracterizan, por lo general, por ser niños hipomaníacos, excitables, gritones y con las mismas características emocionales que sus padres”.
Según la psiquiatra, el componente hereditario es fundamental: los que tengan o hayan tenido madres o padres con bipolaridad tienen grandes chances de padecerla”.
Otros síntomas son: hiperactividad, agitación constante, antojos frecuentes, impulsividad y comportamientos atrevidos peligrosos.
Para los grandes el asunto es enigmático y preocupante. “No podíamos controlar a nuestro hijo. No aceptaba los límites.
La buena noticia es que el problema tiene solución. La United States Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado varias medicaciones efectivas para el uso pediátrico de la bipolaridad como el litio o la lamotrigina. ¿Cómo se ayuda a un niño bipolar en el colegio? Lo primero, es la información.
Algunos ejemplos de consejos útiles para alumnos con esta enfermedad incluirían: tarea reducida, retraso en la entrada al colegio si el chico está muy fatigado a la mañana o tiempo extra para que haga sus exámenes. Recomendaciones que, claro, no deben hacerlos sentir distintos, sino todo lo contrario.
Fuente: http://edant.clarin.com/
El trastorno bipolar en los niños
Un tercio de los niños con diagnóstico de depresión, podrían estar experimentando una enfermedad bipolar incipiente.
Los casos de niños con trastorno bipolar tiene que ver también con el nivel de estrés cotidiano y con otros factores socioambientales.
En el caso de bipolaridad infantil, los padres necesitan estar pendientes de algunos de los sintomas que se presentan los cuales son:
a) Durante la fase depresiva, el niño esta triste, irritable, agresivo, cansado, apático, no respeta a sus profesores ni a los mayores, adémas de que sus calificaciones son muy bajas ya que se distrae con mucha frecuencia.
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