Bipolaridad infantil

Trastorno bipolar infantil
El trastorno bipolar en los niños
Un tercio de los niños con diagnóstico de depresión, podrían estar experimentando una enfermedad bipolar incipiente.

Expertos señalan que el aumento de los casos de niños con trastorno bipolar tiene que ver también con el nivel de estrés cotidiano y con otros factores socioambientales.

Uno de los mayores problemas para tratar el trastorno bipolar ha sido la complejidad de su diagnóstico, pues suele o solía confundirse con otras patologías como esquizofrenia u otro tipo de enfermedades.

Estadísticas mundiales revelan que 7 de cada 10 pacientes con trastorno bipolar se enfrentan a diagnósticos erróneos y a veces tardan hasta 8 años desde la primera consulta, para obtener un diagnóstico acertado.

Sin embargo, actualmente el avance de la neurociencia y un mayor conocimiento de las características de la bipolaridad, están logrando diagnósticos más tempranos y acertados que permiten instalar el tratamiento médico adecuado con mayor prontitud.

Los síntomas que presentan los niños diagnosticados con trastorno bipolar difieren de los del adulto. El adulto oscila entre la manía y la depresión, mientras que la mayoría de niños no desarrollan la manía, sino tienden a tornarse depresivos.

Los niños con trastorno bipolar pueden manifestar diversos síntomas, entre ellos: terrores nocturnos y disfunciones en el sueño, problemas de conducta, ansiedad por separación, desafío a la autoridad, irritabilidad.

Cambios bruscos de humor, comportamientos depresivos, peligrosos o de precocidad sexual, así como hiperactividad, agitación y alucinaciones. Los niños con esta patología suelen ser niños impulsivos, difíciles y disconformes y también pueden presentar problemas de aprendizaje y déficit de atención.

Los expertos recomiendan que ante la presencia de uno o más síntomas, se consulte a un psiquiatra infantil o “paidopsiquiatra” para que éste realice el diagnóstico correspondiente e instale un tratamiento temprano, en caso de resultar positivo.

El tratamiento deberá integrar de forma coordinada la parte terapéutica, la farmacológica y la psicoeducativa.

El diagnóstico del trastorno bipolar debe incluir una evaluación profunda que tome en cuenta los síntomas del niño, su relación familiar y su historial clínico.

Si el trastorno bipolar no se trata o se trata inadecuadamente, puede propiciar un aumento en los síntomas y consecuentemente el desarrollo de otros trastornos de la personalidad.

En el caso de bipolaridad infantil, los padres necesitan estar pendientes de algunos de los sintomas que se presentan los cuales son:

a) Durante la fase depresiva, el niño esta triste, irritable, agresivo, cansado, apático, no respeta a sus profesores ni a los mayores, adémas de que sus calificaciones son muy bajas ya que se distrae con mucha frecuencia.

b) En la fase maníaca, el niño se siente extremadamente feliz, capaz de hacer cualquier cosa, no se concentra porque presta atención a todo, sus pensamientos y palabras son muy rápidas, casi no duerme por que está lleno de energía, vitalidad.

Algunos de los factores que pueden desencadenarlo:
  • Cambio de estilo de vida ej. Un parto/divorcio
  • Medicamentos anti-depresivos
  • Insomio
  • Consumo de drogas.
Aunque requiere de muchas atenciones, una persona que tiene este trastorno puede hacer una vida normal. Lo más importante para el individuo es tomar conciencia de lo que tiene, y estar dispuesto hacer un plan de vida.


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Fuente:
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